La tecnología dedicada a capturar datos en el deporte se vuelve cada vez menos invasiva y más precisa. Los cuerpos de los atletas se convierten en usinas generadoras de métricas con usos múltiples y destinos conocidos y desconocidos. Los datos individuales se mezclan con los datos grupales. Los datos privados se funden con los datos públicos. Los datos que fluyen desde el sueño y el descanso de los deportistas, se fusionan con los que emulsionan cuando están despiertos, en plena ebullición, en un sprint que puede definir un partido, un resultado y la suerte de todo un club esa temporada.Así de importantes son los datos de los deportistas. En estas agitadas aguas de las métricas, FIFPRO -el sindicato mundial de los futbolistas- lanzó su bengala al aire y publicó un documento breve y concreto en el que impulsan por la creación de medidas que contemplen los derechos, la protección y el cuidado de los datos de los futbolistas.Interesante: ya en el primer párrafo del reporte se aclara que la carta de derechos no apunta en una dirección sobre el uso y la explotación comercial de los datos. Este disclaimer se vuelve relevante porque por lo general es el primer impulso que surge cuando se piensa en la propiedad y la explotación de los datos.Los datos en el deporte -y cada deporte tiene su particularidad, como cada mercado también la tiene- hay que entenderlos como parte de una cadena de valor que no puede reducirse exclusivamente al impacto que pueda tener en un solo sector. En esa secuencia, en la industria, hay quienes hacen su aporte con la inversión en desarrollos, conocimiento y tecnología y otros que únicamente se ubican en la zona de los beneficios. Establecer esas diferencias es clave para entender el fenómeno de los datos en el fútbol. Por eso FIFPRO involucra a todos los stakeholders de la innovación y la tecnología en el fútbol a su conversación.Una mirada exclusivamente comercial sobre el uso de los datos es incompleta. Una visión que no contemple lo comercial puede ser tendenciosa. El futuro del juego y la evolución de los atletas dependen de los datos. Las fronteras sobre lo privado y lo público, lo individual y lo colectivo, la propiedad compartida entre una organización y un deportista, precisan de guías que se muevan al ritmo de la propia evolución tecnológica.Sin una mirada 360 sobre los datos, toda visión quedará muy corta. Ese es el intento y allá vamos.
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📊 Los datos de los futbolistas: derechos y…
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La tecnología dedicada a capturar datos en el deporte se vuelve cada vez menos invasiva y más precisa. Los cuerpos de los atletas se convierten en usinas generadoras de métricas con usos múltiples y destinos conocidos y desconocidos. Los datos individuales se mezclan con los datos grupales. Los datos privados se funden con los datos públicos. Los datos que fluyen desde el sueño y el descanso de los deportistas, se fusionan con los que emulsionan cuando están despiertos, en plena ebullición, en un sprint que puede definir un partido, un resultado y la suerte de todo un club esa temporada.Así de importantes son los datos de los deportistas. En estas agitadas aguas de las métricas, FIFPRO -el sindicato mundial de los futbolistas- lanzó su bengala al aire y publicó un documento breve y concreto en el que impulsan por la creación de medidas que contemplen los derechos, la protección y el cuidado de los datos de los futbolistas.Interesante: ya en el primer párrafo del reporte se aclara que la carta de derechos no apunta en una dirección sobre el uso y la explotación comercial de los datos. Este disclaimer se vuelve relevante porque por lo general es el primer impulso que surge cuando se piensa en la propiedad y la explotación de los datos.Los datos en el deporte -y cada deporte tiene su particularidad, como cada mercado también la tiene- hay que entenderlos como parte de una cadena de valor que no puede reducirse exclusivamente al impacto que pueda tener en un solo sector. En esa secuencia, en la industria, hay quienes hacen su aporte con la inversión en desarrollos, conocimiento y tecnología y otros que únicamente se ubican en la zona de los beneficios. Establecer esas diferencias es clave para entender el fenómeno de los datos en el fútbol. Por eso FIFPRO involucra a todos los stakeholders de la innovación y la tecnología en el fútbol a su conversación.Una mirada exclusivamente comercial sobre el uso de los datos es incompleta. Una visión que no contemple lo comercial puede ser tendenciosa. El futuro del juego y la evolución de los atletas dependen de los datos. Las fronteras sobre lo privado y lo público, lo individual y lo colectivo, la propiedad compartida entre una organización y un deportista, precisan de guías que se muevan al ritmo de la propia evolución tecnológica.Sin una mirada 360 sobre los datos, toda visión quedará muy corta. Ese es el intento y allá vamos.