📊 Los datos de los futbolistas: derechos y protección sin detener la innovación
Los futbolistas y los datos: nuevas reglas que no detengan la innovación
FIFPRO encuestó a 119 futbolistas profesionales, hombres y mujeres, entre junio y julio de 2021 para establecer su carta de derechos relacionado con la generación y protección de los datos de los jugadores de fútbol. El relevamiento fue distribuido a través de 10 sindicatos nacionales en los cinco continentes. Según sus resultados, el 80 por ciento de los futbolistas profesionales encuestados por FIFPRO dijeron que quieren tener acceso a sus datos para mejorar su desempeño en la cancha. Pero a los jugadores también les preocupa cómo se recopilan y utilizan sus datos. En un sector complejo y dinámico, con innovaciones constantes, los jugadores no están seguros de cuáles son sus derechos y cómo protegerlos. Sienten, dice FIFPRO que “falta información clara, práctica y aplicable”.
La carta de derechos sobre los datos de los jugadores se sintetiza en estos postulados:
• El derecho a estar informado. El jugador debe conocer el propósito y los fundamentos legales sobre cómo se utilizan los datos.
• El derecho de acceso. El jugador puede recibir una copia de su propia información y entender el nivel de información que producen sus datos.
• El derecho a revocar. Si el jugador tuvo que dar su consentimiento para la generación y uso de los datos, tiene derecho a revocar ese consentimiento.
• El derecho a restringir el procesamiento. El jugador puede restringir el procesamiento de los datos cuando entienda, según su opinión, que esos datos son erróneos y pueden llegar a afectarlo.
• El derecho a la portabilidad de datos. El jugador es portador de sus datos y puede transferirlos a otro que los controle (Por ejemplo, cuando cambia de club)
• El Derecho a la Rectificación. Cuando el jugador compruebe que esos datos son incorrectos.
• El derecho al reclamo. Poder recurrir a autoridades competentes en protección legal de datos.
• El derecho a eliminar los datos.
¿Qué intención parece este documento elaborado por FIFPRO? Establecer nuevos acuerdos colectivos que sirvan de guía para todo el proceso de recolección y uso de los datos personales de los jugadores que surgen de su actividad. No se trata de un reclamo en función de la explotación comercial de los datos y el informe no adopta esa perspectiva. El concepto “player-centric” sobre el uso de los datos apunta hacia la normativa de protección y los derechos que surgen de preservación de esos datos personales en diferentes circunstancias.
El sindicato global de futbolistas inició la conversación sobre el uso de los datos en julio de 2020, cuando en plena pandemia, lanzó un documento sobre cómo se imponía la necesidad de hablar de la gestión y la protección de los datos, en función de avances de la inteligencia artificial en la captura y procesamiento de datos volumétricos y biométricos. El llamado era para englobar ese tipo de información, en muchos casos sensible y privada, según el Reglamento General de Protección de Datos (GPDR) y que esa legislación de la Unión Europea sea la base para nuevos convenios dentro de la industria del fútbol.
Dos años más tarde, FIFPRO -que elaboró su guía en colaboración con FIFA- se preocupa en aclarar que esta carta de derechos busca darle herramientas a los jugadores para su protección, pero que no tienen como objetivo dar pautas para la explotación comercial de los datos. También procura, y lo deja por escrito, mostrarse favorable a las innovaciones tecnológicas y de vanguardia que enriquecen todas las experiencias vinculadas al fútbol y el creciente uso de las métricas. Cuando FIFPRO hace referencia a los datos de los futbolistas, habla de datos personales, de eventos del juego, tracking de movimientos, datos biométricos y datos médicos.
Las buenas prácticas en el uso de los datos ya eran tema en octubre de 2018 cuando Konstantinos Pelechrinis, profesor asociado de computación de la Universidad de Pittsburgh, habló en Buenos Aires sobre el cruce de las ciencias informáticas con el deporte. Ciertos dilemas éticos surgían con la aparición de los dispositivos que medían en tiempo real todas las acciones humanas. Las organizaciones deportivas norteamericanas y los sindicatos de los jugadores pusieron límites a la utilización de esos datos.
"Las organizaciones conocen todo sobre sus jugadores. Saben cómo juegan y hasta cómo duermen. Los sindicatos de los deportistas buscaron plantear límites y ahora algunas pruebas, como las de sueño, son voluntarias. Solo se hacen si el atleta lo acepta", comentaba Pelechrinis. En realidad, los usos de los dispositivos para medir rendimiento, al menos en la MLS, dependen de la voluntad de los deportistas. Dejamos aquí la presentación completa de Pelechrinis de hace cuatro años atrás y totalmente vigente.
Los 119 futbolistas encuestados respondieron un cuestionario basado en las siguientes premisas: interés y valor de los datos; uso y aplicación; acceso y portabilidad; control y protección y confianza. El 80 por ciento respondió que los datos son útiles para mejorar su rendimiento. Los futbolistas que tienen entre 18 y 24 años fueron los que se mostraron más interesados en analizar sus datos. El 69 por ciento dijo que consulta sus datos en sus smartphones ni bien saben que están disponibles. El futbolista del presente y del futuro “es” con datos.
Los datos desde una perspectiva comercial
En octubre de 2021 una noticia sacudió al ecosistema del fútbol y los datos: 850 futbolistas amenazaron con iniciar una demanda colectiva por el uso de datos personales por parte de los diferentes stakeholders de la industria, donde la utilización de los datos fuera un insumo clave para su desarrollo. A la cabeza de esa movida estaba Russell Slade, ex entrenador del Cardiff City, quien concentró el reclamo y fue vocero de centenares de jugadores alejados del mainstream: todos los futbolistas eran de las categorías del ascenso inglés.
Slade dijo que se habían enviado cartas a 17 firmas relacionadas con los datos y anticipaba acciones legales. Sostenía que un jugador de ese nivel generaba alrededor de 7.000 data points y que los futbolistas no recibían beneficios por la explotación de esos datos.
En una entrevista con Big Data Sports, el fundador y CEO de StatsBomb, Ted Knutson, sentaba su posición como un asunto de dominio público: capturar los datos de un partido de fútbol podría ser similar a comentar en una crónica periodística las declaraciones de un personaje o el guión de una telenovela. Decía Knutson:
No soy abogado, quiero decir eso antes que nada. Nuestros abogados nos han dicho que esto es un proceso legal ya cerrado años atrás. De hecho es como mirar la BBC, o por ejemplo una telenovela, y decir “esta persona dijo estas palabras, en este momento”. Estás recopilando hechos e informaciones en video que son de carácter público. Es algo que parece bastante claro. Cualquiera puede hacer esto si es que quieren hacerlo. Nosotros generamos y creamos estos datos y métricas que suceden en un espacio que es público y me parece que está bastante claro.
Un año más tarde, Slade, a través de Global Sports Data and Technology, la compañía que lo respalda, envió cartas en nombre de 1.400 futbolistas con reclamos de entre 400 y 500 millones de libras que se refieren únicamente al territorio del Reino Unido. Busca que los jugadores sean compensados económicamente por el uso de los datos. No están claras las posibilidades de éxito.
Lo que sí está claro es que la carta de derechos elaborada por FIFPRO, no apunta hacia la propiedad de los datos en función de la explotación comercial que pudiera hacerse. El sentido es marcarle a los propios futbolistas lo importante para ellos y para sus carreras tener más conocimiento sobre sus datos y cuales son los derechos que los asisten.
También advierte sobre el avance tecnológico que deriva “en capturas de datos que son intrusivas y que pueden ser explotados sin el conocimiento o el consentimiento de los jugadores”. Por eso reclama nuevas políticas para la explotación de los datos de un modo legal y para evitar arbitrariedades.
El espectáculo deportivo -que a su vez es una celebración constante de la evolución de los atletas, sus capacidades físicas, técnicas y tácticas- se compone de espacios con límites oscilantes donde lo público y lo privado se vuelven difusos. El fútbol en su base formativa también precisa de los datos aún cuando la misión en ese instante no sea ofrecer un entretenimiento comercial, ni siquiera un partido para ser transmitido. Los datos allí serán un insumo para la evolución de los propios jugadores y de los que vendrán.
No hay fútbol sin futbolistas. ¿Puede haber futbolistas sin organización de partidos de fútbol? ¿Puede haber futbolistas sin clubes que los contengan y les den capacidad de desarrollo en una alianza que precisa de los dos todo el tiempo y al mismo tiempo? ¿No es deber del club mejorar a los jugadores en su desarrollo? ¿Puede hacerse eso sin datos? ¿Una metodología de enseñanza puede prescindir de datos históricos para mejorar los procesos? ¿Habrá datos históricos si los jugadores deciden llevarse las métricas o directamente pedir que se eliminen?
Ser futbolista en la actualidad implica formar parte de un complejo ecosistema donde los datos nacen en sus cuerpos, de las acciones que realizan y que desembocan en un torrente de data points de los que luego surgirá conocimiento, y por supuesto, diferentes formas de uso comercial de esa información.
Pero es una situación que precisa de una mirada de 360 grados: las compañías que trabajan con datos del fútbol también han hecho su contribución para la evolución del juego, el crecimiento de las audiencias y hasta en la investigación con papers académicos que le han dado al deporte un nivel de conocimiento que impacta directamente en los propios futbolistas.
Los datos del pasado han permitido que el futbolista de la actualidad disponga de mejores tratamientos de recuperación. Los algoritmos que trabajan frenéticamente para encontrar patrones sobre lesiones se alimentan con métricas de casos anteriores. Sin esa información, muchos de los cracks que todavía brillan en los campos de juego, tal vez se hubieran retirado antes. Es apenas un ejemplo.
El documento de FIFPRO lo hace explícito en varios pasajes como el que sigue a continuación con esta frase textual:
Los datos de los jugadores son una de las tendencias de mayor movimiento y una de las más sensibles en la industria del fútbol digital. La tecnología seguirá avanzando a un ritmo tremendo y el mundo del fútbol explorará nuevas tecnologías que pueden impactar positivamente en el juego y mejorar la calidad de la experiencia futbolística dentro y fuera del campo.
Nadie debería meterse con los datos de un atleta cuando duerme conectado a sensores. Incluso lo que indica el tracking de su rendimiento físico, tampoco debería ser una información sensible y disponible en su totalidad a la hora de un traspaso: mal interpretada puede llevar a conclusiones desacertadas. Los límites se vuelven complejos cuando se pasa del ámbito privado al público. Los partidos de fútbol -en realidad todos los acontecimientos deportivos en la era de las transmisiones globales- son escenas públicas que también pueden ser vistas como un espacio donde todos aportan lo que saben hacer: en medio de todo lo que contiene un show deportivo, recopilar datos de rendimiento es una las actividades que completan al deporte moderno como concepto.
No hay fútbol sin futbolistas. No habrá mejores futbolistas si los datos del presente no llegan a impactar en el jugador del futuro. La industria deportiva debería determinar, en el valor económico de toda la cadena de datos, la diferencia que existe entre costo y precio a pagar por utilizar métricas.
Distinguir entre quienes colaboraron en construir un ecosistema y quienes solamente buscan un beneficio, sin ninguna clase de aporte calórico.
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90+4
🗣️ Más de 1.6 millones de reproducciones lleva el video que muestra a Luis Enrique, entrenador de la selección española, en la tarea de dar indicaciones a los jugadores con un dispositivo de voz individual. Contamos más: el desarrollo es de una compañía alemana llamada Armony Sports y experimentado previamente con el FC Koln. Tienen un punto: aseguran que las indicaciones verbales no están prohibidas en el fútbol y aspiran a que FIFA autorice el sistema para los partidos.
📺 NacionalTV+ es la plataforma de streaming de Club Nacional de Fútbol. En un hecho inédito para un club, transmitió el clásico uruguayo para el exterior. Y además ofrecen películas y espectáculos musicales. El caso merecía ser contado y acá lo hicimos.
⚽ Cómo utilizar los datos en el fútbol. Si te perdiste el webinar organizado por Stats Perform-Opta, estamos en realidad en una época en la que nada se pierde: podés acceder a la grabación sobre cómo la compañía captura los datos y cuáles son las nuevas métricas del fútbol.


🎮 AFC Richmond dirigido por Ted Lasso será uno de los equipos que estará en el próximo FIFA 23. El contenido surge como una colaboración entre Warner Bros y EA Sports para llevar al ecosistema al personaje de la popular serie de Apple TV+. Subtitulado: un caracter de ficción incluído en un videojuego de simulación de fútbol, con el peso específico de un personaje real.
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Datazo
Fórmula 1 anunció su calendario para 2023 con un record de 24 carreras en la temporada entre marzo y noviembre. La gestión de Liberty Media, el fenómeno "Drive to Survive" en Netflix y el propio interés por las competencias, armaron un cóctel que muestran a sus indicadores más variados, en ascenso en los últimos cinco años.