El consumo de eventos deportivos en redes, plataformas y televisión, a grandes rasgos, tiene dos ejes centrales: los partidos en vivo y el contenido que rodea al acontecimiento antes, durante y después. Fenómenos de segunda pantalla o acercamiento a los hechos solo por social media, aceleraron la generación de videos que se publican al mismo ritmo que marcha el evento.
Los clips casi en vivo, resúmenes extendidos, shorts y cualquier otro formato de video, ahora se producen de un modo automatizado, escalable y con la posibilidad de publicar en canales oficiales apenas segundos después de lo sucedido.
Sobre eso conversamos en el podcast con Raúl Fernández, encargado de desarrollo de negocios de WSC Sports, la compañía que trabaja con 500 organizaciones vinculadas al deporte para la producción de esta clase de contenidos.
Algunas de las ideas desarrolladas en el podcast:
Automatización de highlights y la lógica del “near live”
WSC Sports trabaja con tenedores de derechos —ligas, federaciones, canales y clubes— para automatizar la creación de contenidos en tiempo real. El concepto de “near live” refiere a la velocidad de producción y distribución casi inmediata, lo que permite publicar goles, jugadas o resúmenes segundos después de que ocurren, en formatos adaptados a cada red social.
Personalización de contenido por mercado, plataforma y audiencia
La herramienta permite un nivel de personalización sin límite, adaptando contenidos a diferentes públicos y canales. Un mismo partido puede generar múltiples versiones del mismo highlight: una para Argentina, otra para Brasil y otra más para Colombia. Además, el formato y la duración se ajustan a cada plataforma —ya sea un video corto para TikTok o un resumen largo para YouTube— y a las necesidades específicas de clubes, ligas o medios. La clave es responder a cada estrategia con una producción a medida.
Consumo deportivo y cambio de hábitos
La automatización responde a un cambio estructural en el consumo del deporte. Cada vez menos personas ven partidos completos y, al mismo tiempo, nunca se ha consumido tanto contenido deportivo. Hoy los aficionados acceden a clips por jugador, por equipo, por minuto del partido o por red social. Esto transforma cómo se mide la audiencia y obliga a las organizaciones a producir contenido permanente, accesible y diverso para mantener el vínculo con el fan.
Por qué no depender de las redes sociales
Las organizaciones deportivas no pueden depender exclusivamente de redes sociales para distribuir contenido. Los cambios de algoritmo o regulaciones pueden alterar las reglas del juego. Por eso, muchas ligas y clubes están desarrollando sus propias plataformas (apps, OTTs, sitios web) donde pueden controlar la experiencia del usuario, recolectar datos y ofrecer contenido directo, sin intermediarios. Ejemplos como la NBA muestran cómo integrar formatos verticales y experiencia social en una app propia.
El valor del archivo y cómo producir contenido sin el vivo
Además de eventos en vivo, la plataforma permite reutilizar material de archivo: goles históricos, momentos icónicos o compilaciones temáticas. Esta reutilización es monetizable y cobró relevancia durante la pandemia, cuando no había partidos en directo. También se automatiza contenido fuera de cancha: fichajes, conferencias de prensa, entrenamientos o pretemporadas.
El rol del autor y del creador de contenidos
WSC Sports automatiza contenido en más de 60 disciplinas y participa en eventos como los Juegos Olímpicos. En Estados Unidos, genera cerca del 89 por ciento de los highlights digitales. La IA generativa ha abierto nuevas posibilidades para crear contenidos más ricos, aunque siempre condicionadas por los derechos de propiedad intelectual. A pesar de la automatización, el criterio humano sigue siendo esencial: los editores pueden enfocarse en dar profundidad, contexto y emoción, mientras que la máquina se encarga de los procesos repetitivos. Automatizar no significa eliminar el rol del creador, sino potenciarlo.
Click en la imagen para episodios anteriores de Big Data Sports👇
Gracias por leer y escuchar.
Hasta la próxima,
mg.
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