Cuatro horas del espectáculo más ambicioso de la cultura moderna, que desafió un mal de la época: aburrirse solo porque algo es muy largo. De la icónica Torre Eiffel a un show iconoclasta y original.
Maravillosa reflexión. Tan inteligente como París. Muchas felicidades.
Maravillosa reflexión. Tan inteligente como París. Muchas felicidades.