⚰️La muerte del fútbol se posterga hasta nuevo aviso
Nadie sabía que precisábamos un Mundial de Clubes, aún en un paisaje de calendarios saturados. FIFA abrió una nueva ventana para una época que exige entretenimiento sin pausa.
Nadie pide como una demanda genuina ver la Kings League en lugar del Mundial de Clubes. Lo que acaban de leer es una provocación, pero una provocación llena de realidad. Montados en aquel latiguillo de “los jóvenes ya no miran 90 minutos de un partido”, la idea de una decadencia en proceso y falta de interés en el juego, avanzó con fuerza; encontró sus cámaras de eco en el sesgo de reportes de industria. Como daño colateral provocó que inversores y ex atletas pagaran fortunas por equipos de gaming ante un futuro deportivo que se dibujaba exclusivamente digital. Lamento mucho eso.
El fútbol lleva un siglo ahí. Siempre es mejor tenerle paciencia. Lección más que aprendida.
Es obvio que nadie mira los 90 minutos de un partido sin algún mini escape. Ni siquiera los relatores y comentarista de un partido, que tienen que leer los mensajes de chat o los PNT. Ni Tebas que siempre tiene algo para atender o un avión que tomar. La atención dispersa es un síntoma de la época, no representa falta de interés. Otra enseñanza para anotar.
Entramos al Mundial de Clubes creídos que estábamos hasta la coronilla de fútbol, que ya no había capacidad para más. Saldremos de él con la innovación de la Ref Cam, los cooling breaks patrocinados y anécdotas sobre maestros de escuela que le hacen goles a Boca.
Ni más ni menos que todo lo que el fútbol entrega desde hace años: partidos épicos, partidos malos, historias para contar, goles que cruzarán generaciones y una nueva capa geológica de discusiones y debates que antes no estaban. Más producción de material para consumo irónico en redes sociales en cantidades industriales. Solo con eso su superviviencia está asegurada.
El Mundial de Clubes abrió un nuevo portal en el universo de este deporte, que siempre tiene una vuelta más. Que aguanta lo que sea. Que lleva más de cien años con muertes anunciadas y supuestos reemplazos generacionales.
Pique hace dos años hablaba de sustitución. Ahora habla de complemento. Se dio cuenta. Probablemente ver cómo todavía Sergio Ramos deja la piel en el césped, haya sido de ayuda.
—Newsletter presentado por WSC Sports—
No podes ofrecer la mejor experiencia para los fans sin automatizar tu contenido. Tu equipo creativo necesita tiempo para contar las historias que realmente importan. Cada año la competencia por la atención del público es más intensa y la exigencia por contenido de calidad sigue creciendo.
Con WSC Sports, la creación y distribución de highlights se automatiza al instante, permitiendo que tu equipo se enfoque en lo que realmente agrega valor.
Más de 500 socios en todo el mundo, como la NBA, ESPN, LaLiga, Televisa Univision, Globo y YouTube TV, confían en WSC Sports para llevar la experiencia de los fanáticos al siguiente nivel…
No te quedes atrás y hace click aquí para saber más.
El Mundial de Clubes: el fútbol siempre tiene una vuelta más, en la era de la distracción y el entretenimiento
El Mundial de Clubes estaba precedido por anuncios de catástrofe. Medios de Europa y de Estados Unidos lo condenaron antes de existir. La baja venta de tickets fue la objeción principal. FIFA y el desparramo de un presupuesto de 50 millones de dólares en marketing para darle volumen a la convocatoria. Un revival noticioso que anticipa a repetición a los grandes acontecimientos deportivos.
Lo puedo asegurar porque vengo de ahí. Son un clásico: las obras de los Juegos Olímpicos que no llegarán en fecha, las sedes mundialistas “sin clima” de hinchas, los residentes que abandonaron la ciudad, las enormes medidas de seguridad, los dramas del tránsito, las quejas de los atletas sobre la villa olímpica y por las camas… Un museo de noticias gastadas, repetidas, infladas como un contenido indispensable, en el camino de las previas regadas por lugares comunes.
El Mundial de Clubes es un éxito, aunque tal vez no nos pongamos de acuerdo en cómo se mide ese suceso. En primera instancia, a pesar de no tener antecedentes en este formato de 32 clubes, logró instalarse en pocos días como un contenido preferido para audiencias globales que buscan entretenimiento. Como dijimos acá: mucha gente que no tenía el Mundial en su agenda, lo incorporó a su ritmo cotidiano.
La capacidad de atención de las personas es interrumpida a cada instante por microcápsulas de distracción. Por las noticias duras o por los reels de entretenimiento. El scrolleo, la vista levantada para buscar algo que no sabemos bien qué es, es una práctica que todos tenemos en común. En este contexto, sin dudas este Mundial se iba a instalar con el empuje de una plataforma de streaming gratuita. Los sensores de clima de las previas periodísticas del deporte tal vez fallan igual que antes, pero ahora quedan en evidencia muy rápido.
¿No era qué este Mundial no iba importarle a nadie? Infantino, que se mueve por el mundo como un influencer, pero maneja la organización global más grande que tiene el fútbol, debe tener acceso a insights de consultoras que aconsejen como poder cautivar a 4 mil millones de fanáticos que tiene el fútbol en todo el mundo. Porque si algo demostró el Mundial de Clubes es que había un espacio disponible, bien detectado por FIFA, para consolidar una nueva versión de un fútbol global.
El fútbol aguanta todo. Se inventa espacios en calendarios saturados. Se hace lugar en grillas. Retrasa vacaciones. Encuentra patrocinios que no estaban en carpeta. Disputa agenda informativa con los misiles. Ya se habla de este Mundial cada dos años. De llevarlo de 32 a 48 clubes. Brasil y España levantan la mano para tenerlo. Los clubes que se quedaron afuera, quieren entrar. Como McLaren y Ferrari cuando decían que no querían participar de Drive to Survive: vieron la primera temporada y el FOMO los despedazó por dentro.
El soporte que avala al Mundial de Clubes, como un acierto, está dado porque abrió un nuevo portal en la discusión sobre el fútbol. La comparación entre clubes de Europa y Sudamérica es el emergente más concreto de una dinámica del fútbol que no estaba tan a la vista. Eliminado en la primera fase, el Cholo Simeone puso en valor lo que significa ser campeón de la Champions y ser campeón en la Copa Libertadores. El fútbol de CONMEBOL dentro de un acelerador de partículas por las explicaciones del entrenador argentino.
El esfuerzo por calibrar qué clase de competencia nueva tenemos delante de las narices, a qué podía parecerse este Mundial de Clubes, constituye un desafío nuevo: este no es un asunto entre países, sino entre obviamente clubes y luego ligas. Las jerarquías son otras. Es un tema del fútbol de todos los días y no del ocasional que plantean los seleccionados nacionales. Del fútbol que da de comer diariamente a los jugadores. Que los puede llevar de un club a otro.
Boca y River, expuestos en la novedad
Para el fútbol argentino este Mundial fue un llamado de atención. Hacía tiempo que Boca y River no se encontraban mano a mano con clubes de otros territorios, por fuera de CONMEBOL. Es extraño porque en el fútbol de décadas atrás, el cruce entre equipos sudamericanos y europeos era frecuente. Se podían medir el aceite y saber si estaban cerca o lejos entre sí. Lo que ahora es nuevo, ya fue viejo.
Si el Mundial de Clubes va a transformarse en una plataforma obligatoria de competencia, el fútbol argentino deberá analizar seriamente cómo aumentar sus capacidades deportivas y económicas que lo hagan competitivo en una instancia inédita que los expone.
La potencia del fútbol sudamericano contrastada con los clubes europeos, durante unos días, ocultó lo que terminó siendo evidente: fue un eufemismo para no nombrar directamente a los brasileños como productores de ese logro, con cuatro de cuatro en octavos de final: Flamengo, Palmeiras, Botafogo y Fluminense.
Boca y River, al final, fueron a explorar qué tanto podían jugar “de igual a igual”. Son los clubes más grandes del fútbol de la Argentina y tienen que estar para mucho más que descifrar esa incógnita.Aunque sea nuevo, un Mundial no es una instancia de descubrimiento. Contrariamente con lo que sucede con el fútbol de selecciones, el Mundial de Clubes no debería transformarse para la Argentina en una medida fuera de su alcance. La confusión llevará a inventar nuevas categorías de evaluación de rendimiento, como la famosa de perder por poco.
La no noticia: las nuevas generaciones aman el fútbol
La oferta global de DAZN se hizo irresistible para las masas. Los diferentes mercados hablan de lo mismo: el Mundial de Clubes se instaló gracias a esa canilla que se abre con solo dar un correo electrónico. Esa punta del ovillo permite avanzar hacia todo lo demás: la conversación pública en el mundo del ocio y el entretenimiento está siendo dominada por el Mundial de Clubes y sus partidos. Los nuevos consumos de contenidos tienen al fútbol como un activo potente e indiscutido.
Es interesante volver a mirar hacia Brasil, donde desde 2022 la plataforma CazéTV -creación del streamer Casemiro Miguel- se consolidó como el primer canal de streaming que pone en el centro de su propuesta a los deportes profesionales, con compra de derechos y narrados para una generación que de algún modo prescinde de la TV tradicional. Aunque también es la casa de Kings League en Brasil, Cazé TV es en esencia un medio diseñado para llevarle el deporte del siglo pasado a las audiencias nativas digitales.
La plataforma tuvo los derechos de Qatar 2022, los Juegos Olimpicos de Paris 2024 y también transmite diferentes versiones del fútbol brasileño doméstico. No iban a dejar pasar el Mundial de Clubes. CazéTV primero había anunciado la transmisión de 39 partidos en vivo. Semanas antes del comienzo del torneo arreglaron una expansión a los 63 juegos.
La plataforma está disponible gratis a través de YouTube, Amazon Prime Video, Samsung TV Plus y Mercado Play, lo que la posiciona como una alternativa de gran alcance frente a la TV paga. Las métricas de su primera semana con el campeonato son para destacar:
CazéTV alcanzó 17.4 millones de dispositivos únicos en YouTube durante la primera ronda del Mundial de Clubes 2025.
Superó ampliamente el universo de TV paga en Brasil, estimado en 7 millones de hogares.
El 19 de junio registró su récord histórico: 29.8 millones de horas vistas en un solo día. El récord coincidió con partidos clave como Botafogo-PSG y Flamengo-Chelsea.
Flamengo-Chelsea alcanzó picos de 4.9 millones de dispositivos conectados.
Botafogo-PSG tuvo picos de 4.2 millones.
Palmeiras-Porto tuvo un pico de 2.9 millones de espectadores simultáneos.
Flamengo vs. Esperance de Túnez llegó a 2.8 millones de dispositivos simultáneos.
Inter Miami-Al Ahly alcanzó un pico de 1.9 millones de espectadores.
Botafogo-Seattle Sounders tuvo 1.7 millones de espectadores simultáneos.
El éxito de audiencia se explica por la combinación de acceso gratuito, cuatro clubes brasileños en acción y una estrategia digital dirigida a audiencias jóvenes.
CazéTV logró cerrar ocho patrocinios exclusivos a dos meses del comienzo de París 2024. Para el Mundial de Clubes cerró acuerdos con 13 patrocinadores principales: Adidas, Airbnb, Budweiser, Coca-Cola, iFood, Itaú, Mercado Livre, Samsung y Vivo. También con cuatro casas de apuestas, marcas que no se sienten incómodas con la no exclusividad del rubro.
Este caso es importante porque muestra un paradigma diferente a la oferta que existe desde los canales de streaming, un fenómeno regional basado Buenos Aires. Sus casos exponen que un campeonato internacional de fútbol, o los Juegos Olímpicos, son la excusa para la generación de contenidos outdoor sin que el deporte esté en el corazón de la propuesta.
El fútbol solo como la atmósfera que acompaña el viaje de los creadores. Podría no estar y no cambia demasiado.El pensamiento lineal indicaría que es lógico producir ese tipo de material, ya que es económico y no tienen los derechos.
La pregunta que lleva la conversación a otro nivel de pantalla sería: ¿y por qué no tenerlos? Medición arbitraria, pero para que se entienda bien la idea: el 90 por ciento de las coberturas que vemos del Mundial de Clubes nos hablan de gente. De la hinchada, historias de fanáticos, banderazos, euforia y decepciones. Gente que muestra gente.
CazéTV, que también ofrece ese tipo de contenidos —llamémoslos "de color"—, sí es un comprador de derechos. Transmite los partidos con sus propias imágenes, códigos y formas de narrar que irritan a los incumbentes, pero que aciertan con su oferta frente a lo que hoy es la demanda: una nueva manera de ver y contar el fútbol.
La enorme población de las ciudades brasileñas, el desarrollo de la conectividad y la fortaleza de la séptima economía global son razones de peso para entender que, cuando CazéTV decidió apostar por los derechos del deporte en vivo, la pileta podía tener suficiente agua por si venía el porrazo.
En la Argentina, excepto Telefé con la Copa Libertadores, (medio tradicional que expande sus derechos a plataformas digitales y no el camino inverso como Caze TV que comenzó marginal y ahora es mainstream), las experiencias en canales de streaming basadas en derechos adquiridos son mínimas y sin mucha potencia detrás para instalar la propuesta.
Son complementos.Y lo fundamental: sin poner el fútbol en manos de los streamers, con sus maneras, su amateurismo bien entendido y sin las estructuras habituales de transmisión. En los canales de streaming se relata mucho y sin video. La vieja radio le presta su arquitectura de comunicación para alimentar el chat y levantar suscripciones. ¿Quién se animará a romper esa inercia que ya tiene el OK de la FIFA para qué también pueda ser así?
Este caso basado en los canales de streaming nos lleva al origen del newsletter: el fútbol continúa siendo un contenido muy potente, vivo, convocante, que los patrocinadores adoran; que admite ser fragmentado en miles de cápsulas para tiktokers. Es un activo vigente, que no está en crisis, como para no perder de vista que la propuesta del juego, sus 90 minutos -ahora con sus cooling breaks- tienen un magnetismo que ninguna experiencia digital logra igualar.
La muerte del fútbol vuelve a postergarse hasta nuevo aviso. Cada tanto hay que recordarlo, pero no hay ningún problema con eso.
Hasta la próxima,
mg.
Derribando mitos. El fútbol se impone, otra vez. Espectacular entrega. También podría decirse que la radio se resiste a morir y se reinventa con esos streams que ahora son reacciones en vivo pero como nostálgico de las buenas transmisones radiales de partidos, me resisto a afirmarlo. (Uy, ya lo hice ja).
Espectacular artículo, Marcelo. Sencillamente, brillante.