🏉 Espartanos: el poder del deporte cuando produce ficción y cómo expande los límites de su audiencia
Una serie basada en hechos reales pone al rugby como instrumento de transformación social. Clubes y federaciones como dueños de un pasado simbólico que puede revivir como sportainment.
Buen jueves para todos!
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Algunos snacks sobre lo que van a leer:
El deporte produce hechos reales y produce símbolos. La ficción le da un nuevo ciclo de vida a los acontecimientos.
La nostalgia es el insumo más económico del fanático deportivo. Revisar su memoria, o asomarse a acontecimientos que nunca vivió, es una construcción posible desde la ficción.
Las organizaciones deportivas deben ser socias de compañías de medios para expandir su relación con los fans con recuerdos y hechos simbólicos que les pertenecen por haberlos hecho posible.
Un club es un equipo, una comunidad y una usina de contenidos.
Algo de rugby y mucho de cambio climático.
Datazo de cierre: DAZN acelera acuerdos con el Mundial de Clubes.
Espartanos: el rugby transforma la realidad y la ficción le da un nuevo ciclo de vida al storytelling del deporte
El mapa mental que a todos nos funciona en un segundo plano, me llevo a conectar este newsletter sobre la nueva era de contenidos en el fútbol italiano con la serie Espartanos en Disney+. Mientras la miraba no podía evitar pensar en la fortaleza imbatible que tiene el deporte cuando se posa en la ficción. Espartanos, una historia real es una serie simple con diferentes capas de profundidad. Reconstruye la experiencia iniciada en 2009 por Eduardo 'Coco' Oderigo, quien contra viento y marea, introdujo el rugby en las cárceles como una herramienta de reinserción social para los internos.
Son ocho episodios de lucha individual, resiliencia a mansalva y pelea contra la adversidad medida en gigas. Una serie que cuenta como Oderigo, abogado penalista y exjugador de rugby, tuvo la visión en sus visitas a una unidad penal de que el rugby podía ser una herramienta para salir sin salir. El resultado fue la creación de un equipo: Espartanos. Una experiencia que luego se expandió a otras cárceles y a otros países.
La producción de PEGSA apela a la ficción para reinstalar en la agenda de conversación el poder transformador del rugby para dar nuevas oportunidades. Fundación Espartanos entrega datos impactantes, a casi quince años del primer tackle que enseñó Coco Oderigo en una cárcel bonaerense:
5 por ciento de reincidencia tienen los internos que integraron el Programa Espartanos.
65 por ciento de reincidencia por parte de quienes no lo integraron.
2554 jugadores, 1517 espartanos capacitados y 60 unidades penales involucradas en el programa
7 países implementaron el modelo. 116 empresas ofrecieron empleo y 129 espartanos tuvieron la oportunidad de conseguirlo.
Una iniciativa personal con un logro colectivo. Eso solo justifica mirarla. Pero como comentaba antes, su poder está en cómo una narración de ficción -obviamente basada en hechos más que reales- se nos presenta como un activo insuperable desde la perspectiva de la industria deportiva.
Ya lo vimos, ya lo supimos, ya lo festejamos o lo lloramos. Ahora contamelo de nuevo en una historia nueva que no haya visto. Una campaña, un momento, un personaje. El deporte desde su kilómetro cero es una máquina de producir hechos ficticios que destilamos como comprobables y valiosos para nuestra vida cotidiana. Un partido de fútbol es un conflicto simbólico que nadie pidió resolver, pero se nos va la vida en esa resolución.
Un caso. Liverpool FC comenzó a trabajar en conjunto con dos productoras -una de ellas Box to Box Films, creadora de Drive to Survive- para una serie que contará la historia de Bill Shankly, el legendario entrenador que creó la cultura ganadora y avasallante del club entre 1959 y 1974. Lo que hoy significa Liverpool tuvo su parto futbolístico en esos años. El club lo revivirá en forma de drama, con una narrativa situada en la década del 60 y la atmósfera musical de esos años. Fútbol, Beatles y minifaldas.
El pasado es el intangible más valioso que tienen los fanáticos de fútbol. La pulsión por la nostalgia abarca a todas las generaciones, solo que cada grupo halla su pasado en diferentes épocas. El pasado es económico en función de como darle cuerpo: apenas es necesario recordar, emocionarse y hacer pública esa emoción. Ese pasado tiene firma de autor y es el club donde sucedieron esos hechos emotivos que los separan de cualquier recuerdo acumulado porque sí.
Por supuesto que no es sencillo. Tiene que contar con una fuerte inversión para hacerlo. Pero antes tiene que estar la inquietud, la idea, los posibles socios, la historia escrita desde alguna sensibilidad que conecte al fútbol con las otras culturas. Y por supuesto, la decisión de hacerlo.
En ficción todo es posible si el sentido no se pierde y la producción artística tiene un alma identificable. Se puede revivir a Angel Labruna, por ejemplo, con algún giro de guión que refiera a un River futuro. Ese futuro es el que está sucediendo en este instante. Datos y señales para contarles a los nuevos hinchas de Boca sobre el Toto Lorenzo. Sobre las campañas de Bianchi (tengo en mente quien podría hacer del Virrey. Recibo mensajes y contesto por privado…) ahora que ya pasaron más de 25 años y multitudes de jovenes hinchas no vivieron esos días.
Todo lo que es bandera y recuerdo, puede ser una historia actualizada por el club. Que es el dueño de ese pasado, el que lo hizo posible y real. El club que tiene marca, identidad y poder para sentarse con productoras, plataformas y guionistas para viajar en el tiempo. Y moldear películas y series que se adapten a las preferencias estéticas de estos días.
Pienso mucho en la película “A complete unknown”, con el joven ídolo de masas Timothee Chalamet que recrea la vida de Bob Dylan entre 1961 y 1965. El sendero de esta ficción está marcado por hitos reconocibles en la historia de Bob Dylan, pero con una narrativa, textura y guiños que colocan al film en un inconfundible 2024. Como para que todo el fandom de Chalamet conozca el pasado de un artista con recursos y elementos que le resultan actuales. Una historia de hace 60 años contada como se cuentan las historias hoy.
Todo lo que describo ya fue hecho. No hay novedad aquí. Netflix nos mostró la ficción de Carlos Tevez. Prime Video nos trajo una versión de las mil vidas de Diego Maradona. Max tuvo su documental testimonial sobre Carlos Bilardo. Star+ nos trajo una fabulosa versión de un momento de la vida de Oscar “Ringo” Bonavena, como antes lo había hecho Netflix con “Monzón”.
Hay incluso ficciones que parecen remitir a hechos verdaderos que nunca existieron como “Gambito de Dama” que revolucionó el vínculo de la gente con el ajedrez en este siglo. Ted Lasso es una serie sobre fútbol que creó un circuito turístico real en Richmond, basado en un equipo de ficción. Dos veces de ficción: en la serie y en un videojuego.
Los ejemplos abundan. Ford vs. Ferrari. Adam Driver (buen juego de palabras..) que interpreta a un Enzo Ferrari al borde de la quiebra. Brad Pitt también anduvo girando por los circuito de F1 para un nuevo contenido audiovisual.
Ahora mismo lo vuelve a hacer Netflix con una ficción sobre Ayrton Senna. ¿Más documentales sobre Senna? ¿Para qué? Vean lo que es está escena “no real” bajo la lluvia:
El llamado a producir ficción basada en sucesos deportivos es para entender quiénes deberían llevar adelante estos proyectos. La oportunidad está en cómo clubes y federaciones pueden recuperar a sus íconos desde el territorio de los recuerdos y traerlos en nuevas versiones transformadas en activos de entretenimiento.
No hay que tocar estatutos de clubes para conseguir inversiones -hay suficiente dinero en la mesa para productos así, con destino de plataformas- y explorar nuevas formas de conectar con los fanáticos y generar nuevos negocios. Un club es un equipo, una hinchada y una compañía de medios alojada en su interior, con productos reales y simbólicos que tienen su copyright.
Es el camino de Liverpool con la productora de Drive to Survive, pero asociada también a A24, que hizo un film de la saga de Harry Potter. Recuerdos, realidad y magia en la coctelera. Shankly es de Liverpool. Le pertenece. ¿Quién sino el club es el más adecuado para contar esa historia?
Espartanos ya era una historia ejemplar antes de que se hiciera la serie. Conocer su trama, y luego contrastarla con su construcción social; ese es su poder como producto audiovisual del rugby y del deporte.
Aguante la ficción.🍿
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Cómo World Rugby analiza el cambió climático y su amenaza al futuro del juego
Punto bonus: un reporte de World Rugby sobre cómo el cambio climático amenaza su práctica en el futuro. Relevamiento en 10 países vitales para el desarrollo y el negocio del rugby: impacto en estadios, salud de los jugadores, “enfermedades” del césped, inundaciones y posibles pérdidas económicas.
🔥 Olas de calor extremas y sequías pondrán en riesgo la salud de los jugadores.
🌊 Estadios en zonas vulnerables podrían quedar inutilizables por inundaciones y ciclones.
💰 Los costos de operación aumentarán y amenazarán la estabilidad financiera del deporte.
🔍Lectura completa, acá.
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Datazo: DAZN cierra acuerdos con DirecTV y TNT Sports para el Mundial de Clubes
DirecTV tendrá la totalidad de los partidos del Mundial de Clubes luego de acordar sus derechos con DAZN, licenciatario global del nuevo campeonato de FIFA. El convenio abarca Argentina, Chile, Perú, Colombia, Ecuador, Uruguay y Venezuela. TNT Sports también lo ofrecerá en Estados Unidos, pero serán 24 partidos en vivo. DAZN, como propietario global de los derechos, ofrecerá los 63 partidos del campeonato de forma gratuita dentro de su plataforma.
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Hasta la próxima,
mg.
Respecto a la no necesidad de cambiar estatutos para poder ampliar ingresos, sumo la ampliación de audiencias que genera para los equipos que la televisión deja en segundo plano. Por ejemplo, cuántos futboleros del mundo conectaron con el Sunderland a partir de la serie, cuando lógicamente no iban a poder ver los partidos en vivo por la tv, que va a priorizar los equipos que ya generan audiencia? Por qué Banfield, pienso, no podría aprovechar y contar su historia, involucrar a James Rodríguez, y ampliar su horizonte?
El concepto de "hay suficiente plata" es innovador aunque parezca conservador.