👋 Echar y contratar entrenadores: la decisión número uno del fútbol que se toma sin evidencias
Echar y contratar entrenadores: la decisión número uno del fútbol que se toma sin evidencias
¿Gestión (in)sostenible de recursos humanos en el fútbol brasileño? Evidencia empírica sobre el reclutamiento y despido de entrenadores es el extenso título de la investigación hecha por Matheus Galdino, master científico en gestión deportiva y que da sus clases en la Universidad de Bielefeld de Alemania. El trabajo fue realizado en colaboración con Lara Lesch y Pamela Wicker, publicado en la revista científica Sustainability y fue amplificado por el portal de Globo. El trabajo también es valioso porque hay testimonios de directores técnicos que reflejan lo que ellos genuinamente piensan de situaciones que ocasionalmente puede favorecerlos, pero que experimentan como conflictiva.
El objeto del estudio fue analizar las condiciones y razones para las contrataciones y despidos de los entrenadores en el nivel top del fútbol brasileño. El marco de análisis fue el Brasileirao entre los años 2003 y 2020. La recolección de datos contabilizó 294 entrenadores en un nivel top de competencia, que osciló entre los 20 y los 22 clubes en ese período, y que en total registró 669 cambios de entrenadores en 18 temporadas.
El fútbol brasileño tenía registro de esta situación y la CBF tomó la decisión en marzo de 2021 de limitar a un despido por temporada las salidas de los entrenadores de sus clubes. O sea, dos entrenadores por año de competición como máximo. Lo hizo sobre el reporte preliminar hecho por el propio Galdino, que entonces llegaba hasta el año 2018. La norma tuvo una votación ajustada: 11 votos a nueve a favor. Un año más tarde la medida ya no tiene vigencia y el carrusel sigue girando.
Sobre ese paisaje surge la pregunta que engloba a todo el paper:¿cómo manejan los clubes de fútbol en Brasil los procesos de contratación y despido de entrenadores? La investigación se hizo con datos cualitativos surgidos de entrevistas con 26 entrenadores de élite que fueron empleados por 43 clubes del Brasileirao entre 2003 y 2020. Las charlas fueron a través del Zoom de la universidad, entre el 21 de enero y el 16 de abril de 2021. Todos tuvieron el mismo cuestionario y hablaron bajo la premisa de no dar a conocer su identidad. Las edades de los técnicos estaban entre los 39 y los 72 años. Cada entrenador fue codificado con la letra “C” y un número (Ej: C10, C19), para identificar sus aportes a la investigación y mantener la confidencialidad.
Una llamada y el plantel es tuyo
El primer enfoque apuntó a definir sistemas de reclutamiento de entrenadores. El informe abunda en cómo en diferentes industrias existen variados métodos para estimar las habilidades de alguien que aplica para un puesto, pero que en el fútbol prevalecen los mecanismos informales: networking, lazos de confianza, recomendaciones de conocidos. “Se limitan las contrataciones a redes cerradas y sesgos subjetivos”. Así lo dicen algunos entrenadores en sus textuales:
“La mayoría de las veces un reemplazo ocurre rápidamente porque los directivos del club están 'con la soga al cuello', ya que alguien acaba de ser despedido y necesitan urgentemente un nuevo entrenador. Por lo tanto, comienzan a difundir nombres y encuestas de votación en los medios”. (C12)
Otro entrenador -no codificado en el reporte- marcó algo recurrente en el fútbol brasileño y no solamente allí: la contratación repetida de los mismos nombres que circulan por los clubes.
“La contratación se basa en el networking, el acceso de los agentes a los clubes. Se trata de conexiones, contactos, amistades con directivos del club. Sucede sin ningún criterio. Podríamos decir que algunos clubes no son así, pero eso no sería cierto en absoluto”.
La urgencia por contratar a un nuevo entrenador define los métodos de ese reclutamiento. Más de 25 directores técnicos consultados, cada uno por su lado, no hacen otra cosa que ratificar lo que dicen los otros. Dice el informe:
Dos temas de orden inferior se mostraron como métodos de selección : llamada telefónica y reunión personal . Llamada telefónica se refiere a cada vez que un representante del club se acerca a un entrenador a través de una llamada telefónica. Señalado repetidamente como el método de selección más dominante, “una simple llamada telefónica” (C1, C2, C6, C14, C25) parece ser suficiente para contratar entrenadores en la élite del fútbol brasileño. Como resumió un entrenador, “siempre se limita a una llamada telefónica” (C3).
Un testimonio en particular que se destaca en el informe apunta a que la llamada misma significa una virtual contratación. Mostrarse disponible ya es suficiente, sin que se profundice mucho más en los motivos de la oferta del cargo.
“Siempre que me llama un dirigente del club me dice: ' Mira, te quiero contratar. ' Pero él ni siquiera sabe por qué me está contratando. Luego puede haber otro tipo de llamada: ' Quiero hablar contigo, conocerte, escuchar tus ideas, tu visión futbolística, ver si podrías evaluar un partido, si podrías ver jugar a nuestro equipo. He vivido los dos tipos, pero el más común es una llamada telefónica diciendo: ´te quiero traer aquí´, sin nada más que agregar ”.
Según varios testimonios, los entrenadores aseguran que la llamada telefónica sirve para preguntar si estarían interesados en el trabajo y dejar inmediatamente que su agente discuta los términos contractuales de la oferta. A veces ocurre luego de estar “una hora charlando” (C2) con quien hizo la llamada antes de aceptar o rechazar el puesto. “Tal distorsión de cualquier técnica profesional en la gestión de recursos humanos lleva a los entrenadores a sentirse incrédulos, si no sospechosos, sobre el comportamiento organizacional y la selección de personal en los clubes de fútbol de élite”, dice la investigación.
Veamos otras razones y modos en que los entrenadores son convocados en el contexto del fútbol brasileño:
“Las decisiones de contratación se siguen tomando de la nada, sin saber quién es el entrenador, sin sentarse a hablar. Es un rol que conlleva mucha responsabilidad, por lo que no deberían entregarle un equipo a un entrenador por teléfono. ' XYZ, ¿quieres venir y entrenar a nuestro equipo? Me siento mal cuando recibo este tipo de llamadas”. (C5)
“A los directivos del club solo les preocupa saber cuánto quieres ganar, si te pueden pagar, cuánto duraría el contrato, si habrá cláusula de rescisión o no, y en caso de que aceptes la oferta te ficharán y quizás te saquen un billete de avión. Es solo eso." (C6)
“Solo me entrevistaron una vez desde que me convertí en entrenador de fútbol en 2004”. (C24)
“Solo me reuní con los funcionarios del club dos veces. No solo de los clubes donde trabajé, sino incluyendo todas las invitaciones en mi carrera. Todos los demás me llamaron para invitarme, pero ninguno me preguntó cómo trabajaba”. (C1)
“Te contratan por oportunismo, por un momento, porque estás haciendo una buena campaña en un club de menor tamaño. Te contratan por casualidad, no por planificación”. (C3)
“Tuve tres situaciones que aprecié, y así entiendo que debe funcionar el profesionalismo. Una vez en el Noreste y dos veces en el Sur. Pasé por procesos de selección con entrevistas para entender mi modelo de juego y método de trabajo.” (C13)
El modo de aproximación es casi circunstancial, porque el interés del directivo, más que conocer el proyecto -la verdadera palabra maldita del fútbol- , las ideas futbolísticas del entrenador, sus habilidades comunicacionales y su perspectiva a futuro, lo que buscan es saber si pueden ocuparse de inmediato de la parte contractual o salarial del candidato. Que asuman en cuánto puedan y el resto se verá.
“Es gracioso decir esto porque todo obedece más o menos al mismo ritual. El agente llama para compartir que hay un interés, luego dibuja algún tipo de propuesta. Después de llegar a un acuerdo, se sentará a hablar con los funcionarios del club. Entonces, primero hay una conversación financiera, luego te sientas a hablar, pero no hablan de planificación, metodología, lo que aportas como experiencia. Simplemente se da como una oportunidad para trabajar”. (C24)
En el reporte se habla sobre cómo el uso de softwares y datos son vitales para decidir el scouting y reclutamiento de futbolistas, pero no se usan ese tipo de herramientas para contratar entrenadores y luego mucho menos para echarlos. El único KPI utilizado es la preocupación y el clima reinante dentro y fuera de un club. Una llegada que corrija lo que supuestamente el entrenador anterior no pudo manejar. Es el típico caso en el que los clubes, que no tienen un plan claro y concreto, esperan que el técnico que aterriza les de una solución llave en mano.
“Los directivos de los clubes etiquetan a los entrenadores de fútbol de la siguiente manera: 'Quiero alguien que imponga disciplina, o un tipo con diálogo, alguien con características ofensivas o defensivas. No definen a un entrenador en función de sus propios atributos como entrenador”. (C17)
No es Brasil: es (casi todo) el fútbol
Un estudio de CIES Football titulado Demographic analysis of professional football club coaches publicado en marzo 2022, analizó diferentes parámetros sobre la labor de los entrenadores de fútbol de 1866 clubes en 126 ligas de 89 países diferentes. En el apartado dedicado a la duración promedio de los entrenadores en CONMEBOL estos fueron los resultados obtenidos:
Paraguay 345 días
Ecuador 254 días
Uruguay 248 días
Venezuela 228 días
Colombia 200 días
Argentina 160 días
Brasil 120 díasChile 96 días
Bolivia 95 días
El reporte se cerró el 1 de marzo de 2022 y para entonces, con los técnicos analizados, el promedio indicaba global indicaba que la permanencia promedio era de 453 días; sin embargo el promedio por temporada bajó a 243 días, lo que indica que la mayoría de las ligas top sudamericanas están muy debajo del promedio general. [Seguramente esta es la parte en la que alguien no resistirá la tentación de decir: “Gallardo ya lleva 8 años en River”. Es una costumbre también del fútbol analizar las tendencias por sus excepciones y no por su factor constante. Pregunta:¿River ya trabaja en un escenario de sucesión justamente luego de ocho años?]

Si el entusiasmo de una llamada telefónica y una corta conversación es suficiente para hacerse con los servicios de un entrenador -un cronista que cubre Independiente comentó que esta misma semana un directivo llamó a un técnico para conocer su disponibilidad y éste tuvo que interrumpir su entrenamiento con otro club para atender-, pedirle que se vaya requiere todavía de mucho menos.
En la investigación se describe que las presiones externas (hinchas y medios), la furia de directivos que también forman parte del board ejecutivo y el mal ambiente que se respira son los únicos elementos que se toman en cuenta para despedir a un técnico. No se analiza ningún dato extra más allá del resultado, lo cual es más peligroso dado que como los plazos son cada vez más cortos las posibilidades del nuevo entrenador son ínfimas.
“Un entrenador a los dos meses de llegar a un club ya sabe qué jugadores le responderán y cuáles no. Ya probó y se equivocó. Lo que no evalúan los directivos es que si lo despiden, el nuevo técnico también precisará de ese tiempo y habrán perdido más tiempo y más dinero por una apresurada toma de decisiones”, nos confía un director deportivo que conoce la gestión del fútbol en varios países.
Una cuestión clave de la investigación es que los entrenadores aseguran que cuando conversan con los directivos de los clubes, hablan con personas que tienen poder pero que no conocen demasiado sobre las características de un proceso deportivo. Y aunque luego la decisión de echar a un entrenador puede implicar gastos desmesurados o futuras deudas, despiden entrenadores simplemente porque pueden hacerlo y no consideran que eso tenga un costo.

La llamada telefónica vuelve a escena para dar por finalizada una relación. Otros recursos son las reuniones personales -muy pocas veces- y dejar que trascienda la decisión a través de los medios de comunicación. En ocasiones cambian los interlocutores habituales y aparecen personas que antes no intervenían en el proceso, para avisar que están despedidos; que ya se comunicarán con su abogado o con su agente para cerrar las cosas. Es una norma -según dice el estudio- que los técnicos tengan en su economía futura una serie de deudas a cobrar de diferentes clubes por los que pasaron a lo largo de su carrera.
“Existe la idea de responder rápidamente ante los medios, por lo que 'al despedir al entrenador, enfriaré las cosas durante unos días, me quitaré la presión y de este momento negativo será totalmente responsable el entrenador que se va. ¡Esto es muy malo! Es una respuesta para quien está afuera porque no ve el trabajo, solo ve los resultados. ' Vamos a reemplazarlo para que se calme todo '. ¿Pero a quién quieren realmente calmar?” (C5)
“Lo que motiva el descontento entre los dirigentes del club es precisamente la presión que sufren en casa y en la calle. Entonces quieren deshacerse de él lo antes posible, y como nada les impide despedir a un entrenador, lo hacen de inmediato”. (C6)
“Hay situaciones en las que se informa el despido sin ningún tipo de explicación. Alguien viene a anunciarte que estás fuera. 'Está bien, pero ¿qué está pasando?́ Solo te dicen: ' Pasa el martes o infórmele a su abogado que nos pondremos en contacto. Cuando extrañamente hay alguna explicación, solo te dicen que las cosas no iban bien y que había que cambiar. Siempre es así”. (C24).
“En cuanto a los resultados, es fácil: son solo números, un análisis más frío. Pero, ¿es realmente sólo el trabajo de un entrenador lo que está afectando los resultados, o hay otros componentes con una influencia mayor? La mayoría de las decisiones se basan en el estado emocional en lugar de la racionalidad o cualquier tipo de análisis. Veo esta falta de capacidad para leer lo que sucede dentro de los clubes, el conocimiento práctico del entrenamiento, lo que realmente está haciendo un entrenador”. (C6)
"En Brasil, hay una necesidad de etiquetar a los entrenadores, ubicándonos en cajas diferentes. Mis virtudes al llegar se transformarán en mis defectos al partir. Si soy contratado por mi metodología de formación y estudios, invariablemente estas cualidades se convertirán en mis defectos. Sirven para nada porque se utilizan como motivos de mi despido. Hay una rotación de estilos y edades a medida que ocurren los cambios”. (C9)
Todo este resumen sobre una investigación más amplia de la que hemos condensado lo principal, puede lucir como un réquiem sobre la desdichada vida de los entrenadores de fútbol que son víctimas y verdugos de un sistema que los premia y los castiga según las circunstancias: el lunes atienden a una radio como recién despedidos y el viernes salen al aire como la solución para un nuevo club. Rarísimo.
Un asunto insalvable es que la famosa "danza de nombres" cuando los entrenadores entran y salen de los clubes es un insumo apetecible y a la vez inflamado por los medios. La gran cuestión aquí es cuál es el costo-beneficio para los clubes cuando no consiguen correrse de la lógica mediática que no forma parte de sus necesidades. Entender que unos y otros están en negocios distintos, aunque el fútbol sea el asunto que les da sentido.
Lejos de adoptar la mirada de los entrenadores como única referencia, de lo que se trata en realidad es de la documentación de un esquema de toma de decisiones que se deja llevar por impulsos y luego intenta hacer pasar por meditado lo que se hizo bajo el imperio de la emoción, violenta o no. Esas decisiones apresuradas luego impactan en varios niveles de un club.
Entrenadores recién llegados son empoderados para tomar decisiones profundas, pero a las pocas semanas ven como el respaldo que tenían se esfuma y se quedan una mañana del otro lado del portón de entrada al club. En el camino el equipo pudo haberse desprendido de talentos a los que negoció de apuro. Un mecanismo imperfecto, tolerado durante décadas y que genera daños económicos que están a la vista. Es una "no noticia" escuchar que un club le paga a más de un entrenador a la vez.
¿Puede el fútbol funcionar de otra manera? ¿Es acertado seguir viendo como una anomalía algo que ya define una manera de ser y de proceder en las negociaciones por futbolistas, entrenadores y en la relación con hinchas y seguidores? ¿No se debería asumir que es una actividad destinada a representar pasiones y que simbólicamente no encuentra la forma de sostenerse sin reproducir lo mismo qué vende?
Hay clubes que escapan a esta descripción, pero bien sabemos todos que esta descripción nos habla indisimuladamente de cómo se desenvuelve el fútbol.
Tal vez sea que el fútbol realmente quiere modificar esta dinámica, pero vivir siempre en estado de urgencia y de calamidad constante, no da tiempo para procesar una estrategia. Porque otra cuestión que llama la atención es cómo el fútbol nunca contempla la posibilidad de escenarios adversos o inesperados. Los entrenadores también se van “por arriba”, es decir, porque recibieron una mejor oferta de otro club.
El fútbol es víctima de sus propios códigos y cultura. No se anticipa a los momentos complicados. Como si eso fuera una superstición y no un dato de su propio devenir: solo uno saldrá campeón. Incluso sucede luego de ganar campeonatos, que es cuando un entrenador puede recibir una llamada telefónica de las buenas. Es realmente llamativo ver cómo los clubes de fútbol, sus dirigentes, improvisan en la llegada o la promoción interna de entrenadores, cuando se trata de la situación más frecuente que presenta la actividad.
“He pasado por todo tipo de situaciones. Una charla directa con el presidente, despidos por teléfono, ser despedido al día siguiente de un partido o justo después del partido en el vestuario. Hay clubes formados con comités, y otros tienen mandato presidencial, pero al final la mayoría están integrados por hinchas que toman decisiones dentro del club” (C7)
Finalmente, un detalle de color. La investigación encabezada por Matheus Galdino fue sumando entrevistados a medida que los entrenadores les recomendaban a los otros colegas que participaran. “Asi se hizo una bola de nieve”, dice textualmente el reporte. Más que una curiosidad: se valió del networking, los contactos y las recomendaciones de conocidos para llegar a quienes querían llegar.
Recursos de seducción y promesas propios del fútbol, para sugerirle al fútbol, cómo debería dejar de ser.
Acceso a la investigación completa, desde aquí.
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Datazo
51 por ciento del contenido que ofrece Netflix es original de su plataforma. Se trata de la OTT con mayor oferta de películas y series originales, seguido por HBO Max (36%) y Disney+ (12%). Fuente: BB Book 2022.
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Hasta la próxima.
mg.