🧠 Por qué los atletas de élite tienen una mentalidad que los hace únicos
Se los conoce como "los deportistas del 1 por ciento". Sus modos de pensar, procesar las frustraciones y transformar presiones en desafíos, son esquemas mentales singulares que definen sus carreras.
Buen lunes para todos!
Una visualización de lo que van a leer hoy:
😩💆♂️💪😊🏆
Claves para entender porque los atletas de élite piensan de una manera poco frecuente.
Y esa es la primera lección: son de élite porque piensan de una manera poco frecuente.
Cómo procesan las situaciones adversas y hasta los momentos aburridos.
La motivación no es un factor externo: es parte del equipamiento.
Son los elegidos del 1 por ciento porque nunca sienten que son perfectos.
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Amenazas transformadas en desafíos y manejo experto del stress: viaje a la mentalidad única y definitiva de los atletas de alto rendimiento
“No esperábamos arrancar de esta manera, pero que la gente confíe porque este grupo no los va a dejar tirados. Vamos a ir a buscar los dos partidos que faltan..”. Por si es necesario recordarlo, la frase desborda de Messi por todas partes. Uno de los peores momentos de la Selección Argentina en los últimos 25 años y paradójicamente en el lugar donde iban a ganar la tercera copa.
Si vamos a conocer detalles sobre cómo funciona la mentalidad de un atleta de elite, esa frase de Messi es imprescindible. Porque con el final de la película ya conocido, en nuestro contexto, nos interesa la referencia del mensaje al público. El aviso hacia afuera -pero especialmente hacia adentro- de que la amanaza debe transformarse en desafío. Una promesa hacia el exterior con la fuerza de juramento interno.
No había opciones ni alternativas. Era eso o el destierro eterno. Todos lo sabemos. Messi convierte el borde del abismo en un punto de inflexión hacia la adicción sin cura de la felicidad del fútbol. Pudo ser un desastre y fue todo lo contrario.
En un video de apenas diez minutos (al que llegué por una recomendación de Juan Iraola) Sam Martin, mental performance coach de equipos de Premier League, EFL, MLS y NCAA, describe cómo los atletas de alto rendimiento tienen procesos de pensamiento muy diferentes a los deportistas de menor relieve.
Me atrevo a decir que los atletas de élite, lo son justamente porque tienen otros modos de procesar información, tomar decisiones y la capacidad de transformar escenarios adversos en instancias más amables. Sin eso no hay atletas de élite. No es la única virtud ni secreto, pero sin eso es imposible.
“La mentalidad de los atletas de élite es un enigma que muchos desean descifrar. Su capacidad para mantenerse un paso adelante y permanecer inquebrantables bajo presión es admirable”, dice en el comienzo de su contenido.
Formado en psicología, sociología y psicología del rendimiento en las universidades de Cambrige y Edimburgo, Martin encuentra y describe características singulares que describen un patrón en los atletas de élite.Desde la pandemia en 2020 ha sumado a sus habilidades la creación de contenidos.
En su trabajo como mental coach de deportistas profesionales de seis disciplinas distintas, identifica siete características que distinguen a aquellos deportistas que pertenecen al 1 por ciento superior en su especialidad deportiva. Y asegura que algunas de sus cualidades pueden aprenderse.
Estas son sus definiciones, más algunos comentarios que nos permitimos agregar.
Los atletas de élite hablan en términos definitivos
Utilizan un lenguaje deliberado y seguro al referirse a sus metas y objetivos. Expresiones como "lo haré" o "así es como lograré esto" son comunes en sus conversaciones. En contraste, los atletas de niveles inferiores suelen emplear frases como "intentaré" o "creo que podría". Esta diferencia no es solo cuestión de confianza sino que tiene una base científica. Al hablar en términos definitivos, activan el sistema de activación reticular (SAR) del cerebro, que filtra y prioriza información alineada con nuestros pensamientos y objetivos conscientes. Este enfoque orienta al cerebro a buscar soluciones y oportunidades, facilitando un progreso más rápido.
Entienden cuál es el costo de la inacción
Ser un atleta de alto nivel implica inversiones significativas en aspectos como fisioterapia, entrenamiento de fuerza, nutrición y coaching psicológico. Los profesionales no ven estos gastos como costos sino como inversiones que pueden multiplicar sus retornos. Reconocen que no invertir en su desarrollo disminuye sus posibilidades de ganar torneos, obtener mejores contratos o alcanzar bonificaciones por rendimiento.
LeBron James invierte aproximadamente 1,5 millones de dólares anuales en su bienestar físico y mental, lo que contribuye a ganar 47 millones de dólares al año en salario. Esta mentalidad de inversión en uno mismo es clave para el éxito y la longevidad en sus carreras.
Mi mirada aquí: no se trata únicamente de inversión económica. Se trata de un impulso de incorporar todo aquello que les pueda funcionar para mejorar en su rendimiento o extender sus carreras: monitoreo del descanso, calidad del sueño, personalización del entrenamiento y análisis genético para equilibrar dietas y calidad de los alimentos. Manu Ginóbili, Luis Scola y Pepe Sánchez pueden dar cátedra sobre estos asunto.
Tienen una motivación genuina y profunda
Los atletas de élite suelen estar más motivados por razones internas que por los asuntos de la fama y el dinero. Desean sentirse orgullosos de sus actuaciones y asegurarse de haber dado todo en el campo. Temen vivir con arrepentimientos si no logran exprimir al máximo su potencial. Para cultivar esta motivación intrínseca, es esencial establecer metas significativas alineadas con el crecimiento personal; puede ser dominar una nueva habilidad, mejorar la condición física o fortalecer la resiliencia mental.
Recordar constantemente el "por qué" detrás de su dedicación ayuda a mantener el enfoque y el compromiso, especialmente durante los momentos difíciles. Esta clase de atletas, digo yo, llevan la motivación puesta. Cuando se habla de sumar skills, eso puede ser entrenar tiros libres con la pierna menos hábil. Luego está todo lo que pueden incorporar en base a esa motivación.
Y después de todo eso, luego de un agujero negro en el universo, al final de todos los tiempos, está Rafa Nadal.
Rafael Nadal tenía apenas el 4 por ciento de posibilidades de ganar la final del Australian Open cuando estaba dos sets abajo y 0-1 al comienzo del tercero contra Daniil Medvedev. Rafa finalmente dio vuelta el partido y lo ganó tras 5 horas 20 minutos de batalla. Sobre ese 4 por ciento de posibilidades (el win predictor establecía que sobre esa situación, si el partido se jugara cien veces, Nadal lo ganaba en cuatro ocasiones. Lección sobre analítica deportiva: la estadística incluía esa chance), Rafa Nadal construyó otro momento épico de su carrera. Un caso concreto y reconocible sobre como opera la motivación constante en un atleta de elite de mejora continua.
Se comprometen con lo que no les gusta
A medida que se avanza en el deporte, aumentan las tareas menos placenteras. El deporte de élite es un asunto serio que implica elementos tediosos que algunos detestan pero que cumplen debido a sus beneficios. Actividades como largas sesiones de video, viajes interminables y entrenamientos en el gimnasio pueden ser monótonas. Sin embargo, los profesionales se comprometen con estas tareas, reconociendo que al igual que en cualquier otro trabajo, hay aspectos aburridos.
Desarrollan una alta tolerancia al aburrimiento mediante rutinas, rituales y buscando formas de hacer más llevaderas estas actividades, como gamificar sus entrenamientos o desarrollar pasatiempos fuera del deporte.
Luego de ver este fragmento, un recuerdo muy claro se me vino a la cabeza: cuando Enzo Francescoli comentó que tomó la decisión de dejar el fútbol cuando sintió que ya no tenía más ganas de ir a entrenar. No era “fiaca”: se había roto el pacto de confrontar con lo que fastidiaba.
Muy rara vez se quejan
Los atletas profesionales enfrentan situaciones difíciles como lesiones graves, ser excluidos del equipo titular sin explicación o lidiar con entrenadores adversos. A diferencia de los amateurs que suelen quejarse, los profesionales actúan con profesionalismo en todas las situaciones, incluso en las frustrantes.
Adoptan un enfoque pragmático, centrándose en lo que está bajo su control y evitando culpar a otros o al azar. Esta actitud les permite mantener relaciones saludables con entrenadores y compañeros, evitando una atmósfera tóxica que podría perjudicar su rendimiento.
Ponen el stress a su favor
Los atletas de élite son expertos en transformar las evaluaciones de amenaza en desafíos a superar. Ven las situaciones negativas como oportunidades para crecer, en lugar de amenazas que podrían arruinar su desempeño o su carrera. Aunque experimentan nervios antes de una competencia, han aprendido que estas sensaciones son señales de que están a punto de enfrentar algo importante.
Utilizan herramientas mentales, como ejercicios de respiración, rutinas físicas o visualización, para convencer a su mente y cuerpo de que están listos para actuar. Como dijo el ex mariscal de campo de la NFL, Jim Kelly: "Vomitaba antes de cada partido y lo hice durante mi carrera en la NFL. Era una buena presión, era la presión de ser bueno". (Todos tenemos en mente otros vómitos conocidos, ¿no? Por supuesto que sí.)
Son buscadores (“strivers”) y no son conformistas
Los atletas del 1 por ciento superior nunca sienten que han llegado a su máximo potencial. Incluso al alcanzar la cima, rara vez sienten que han explotado todo su potencial y continúan esforzándose día tras día. Son conscientes de que lo que realmente aman es el proceso y el viaje hacia la cumbre.
Disfrutan de los logros, como firmar su primer contrato profesional, representar a su país por primera vez o ganar su primer campeonato; pero siempre tienen la vista puesta en el próximo objetivo. Obtienen más satisfacción en la búsqueda constante de la excelencia.
Si alcanzan el número uno en el mundo, se preguntan cómo pueden mantenerse allí más tiempo. Si establecen un récord de goles en un club, se preguntan cuál es el récord de la liga. (Teléfono, Cristiano...😉).
Ese impulso constante los mantiene en el juego a largo plazo. Sin embargo, esa búsqueda solo puede venir, dice Martin, “al estar en paz con el hecho de que nunca serán perfectos, ni deberían perseguir eso indefinidamente”. En cambio, se trata de mejorar continuamente y mover constantemente la línea de llegada sobre lo que es mejor para cada temporada y para cada paso en sus carreras.
Mi aporte final es que este último bloque nos termina de contestar la pregunta inevitable del periodista en situación de cobertura sobre qué sigue para el deportista después de haber ganado un campeonato. O varias veces un campeonato.
Esa mirada desde el llano que nos hace suponer que la ambición deportiva es un envase que una vez completado ya no tiene espacio para nuevas aventuras. Es la respuesta definitiva para saber de dónde sacan la motivación para seguir compitiendo y ganando.
Nunca consideran que llegaron a la meta. Y cuando piensan eso, ahí es cuando dan un portazo y se van.
Video completo 👇
📼Biblioteca de consulta - Canal de Sam Martin en YouTube.
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Algunos nombres de la jornada inaugural
Sesión de Apertura Institucional: José María del Nido (Presidente del Sevilla FC), José María Cruz Gallardo (Responsable de I+D+i Fútbol en Sevilla FC), Miguel A. del Barrio (Director de Programas en Sports Data Campus), David R. Sáez (CEO de Sports Data Campus) y Enrique Palenzuela (Director de Marketing de la UCAM)
Mesa Redonda: Direcciones Deportivas Data Driven. Moderada por Víctor Orta (Director Deportivo del Sevilla FC), con la participación de Romeo Jozak (Director Técnico de Future Falcons) y Luis Helguera (Director Deportivo de la UD Las Palmas)
Mesa Redonda: La importancia del análisis de datos para el cuerpo técnico Moderada por David Sáez (CEO de Sports Data Campus) y Sara Carmona (Head of Data en YouFirst), contará con la participación de Sergio González (Entrenador Profesional), Daniel del Valle (Analista en Sevilla FC), Gabriel Heinze (Entrenador Profesional), Martín Anselmi (Entrenador en FC Porto), Omar Bautista (Match & Scouting Data Analyst en Club Brugge) y Miguel Do Carmo (Football Data Analyst en Sporting Clube de Braga)
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Hasta la próxima,
mg.
El argumento me suena a la épica típica yanqui. El yo puedo, yo lo lograré, yo yo. Pero en los deportes de conjunto como el futbol no tenés a todos los participantes en la misma sintonía. Lo que termina en la inmolación del astro para lograr un resultado. Alabando en demasía ese logro para después terminar haciendo plata con la caída de ese ídolo.