🐣Por qué Independiente del Valle es un club diferente
Tres días en las afueras de Quito para conocer de primera mano cómo funciona un proyecto creado en 2008 y que es referencia regional en scouting, formación y educación de jovenes futbolistas.
Los seres humanos nacimos y los clubes de fútbol ya estaban ahí. Como el fuego, las pirámides egipcias, el Partenón, la rueda, la Gioconda y los Diez Mandamientos, los clubes de fútbol provienen de una época que nos precede y que se actualizan para las diferentes generaciones con la irrupción de sucesos y creaciones. Que pueden ir desde la llegada a la Luna, la Game Boy, el iPhone, la Playstation. el furor por el avocado toast o la masificación de Internet.
Cuando llegamos al mundo, los clubes de fútbol ya formaban parte de su diseño original. Por eso es que nos resultaría muy complejo, contraintuitivo, y un desafío mental de magnitud, que pone en riesgos certezas y sesgos, si tuviéramos que responder la siguiente pregunta:
¿Cómo debería ser un club de fútbol si tuviéramos que fundarlo hoy?
Hoy sería ahora, cuando a un click de control remoto tenemos todo el fútbol del planeta disponible, con ligas y divisionales de todos los colores, que en pleno funcionamiento cargan en una plataforma como Wyscout más de 2 mil partidos por fin de semana y 400 millones de acciones de juego de sus futbolistas. Fundarlo según los formatos jurídicos y legales de la época, hacer un plan estratégico, ver cómo se crece, cómo se captan talentos, cómo se consiguen socios y abonados, atraer sponsors, pagar las cuentas, un lugar para construirlo.. y si es posible ganar campeonatos. Complicadísimo, ¿no?
Una aproximación a la creación en el Siglo XXI de un club de fútbol, guste o no, llega por el lado de las inversiones y conglomerados como City Football Group o Red Bull que con sus compras hacen un refresh de las propiedades que ya existían y que adquieren. La MLS con sus franquicias anunciadas a varios años vista también nos acercan al ejercicio de contemplar cómo podrían ser los clubes de fútbol si fueran fundados hoy, un acontecimiento tan esporádico y llamativo como ver un eclipse.
En términos de marketing y comerciales, se podría marcar una obviedad: existe un mercado saturado de clubes de fútbol. Todas las identidades y fanatismos ya parecen estar representadas. Todos cuentan con su storytelling, se sienten especiales por algo que los otros no tienen y se sienten únicos por alguna razón que genera cohesión con los de la propia tribu. Que en algunos casos son millones, en otras miles y en otras cientos. Eso no importa: el fútbol permite sentirse especial en comunión con los demás, sin interesar la cantidad de almas involucradas.
En ese contexto, conocer en profundidad y de primera mano el desarrollo de un club como Independiente del Valle es tener la fortuna y el desafío de contar cómo funciona un club de fútbol lanzado hace 15 años, aunque su origen real se remonta a 1958 cuando nació como Club Deportivo Independiente.
Tres días en el Valle de los Sueños, tal el nombre de su centro de alto rendimiento, permiten llegar a la idea más aproximada acerca de cómo sería un club de fútbol si fuera fundado hoy.
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Tres días en el valle: por qué IDV es un club diferente
Independiente del Valle ganó por cuarta vez la Copa Mitad del Mundo, un campeonato sub 18 creado por el mismo club en 2016. El torneo formó parte del menú de actividades en una semana trascendente para IDV con la celebración del IDV Sports Summit en el Estadio Banco Guayaquil y con la revancha contra Deportivo Pereira por los octavos de final de la Copa Libertadores.
En la edición 2023 le ganó 2 a 1 la final a la Selección de Ecuador sub 17, en un torneo jugado en el Centro de Alto Rendimiento de IDV con la participación de Independiente del Valle (Ecuador), Universidad Católica (Chile), Alianza Lima (Perú), Atlético Huila y Atlético Nacional (Colombia), Talleres (Argentina), Selección de Ecuador Sub 17, Olimpia (Paraguay), Universitario (Perú), Montevideo City Torque y Peñarol (Uruguay), Red Bull Bragantino y Fluminense (Brasil), Santos Laguna (México), Sporting Cristal y Universitario (Perú) e Independiente del Valle Juniors (Ecuador, segunda división).
¿Por qué lo hacen?, le pregunto a Francisco Pancho Quiñones, director creativo de IDV y en el proyecto institucional desde el primer día. “Porque dentro del plan para las divisiones formativas buscamos que en sub 18 los jugadores acumulen entre 45 y 50 partidos internacionales por año. IDV viaja a jugar torneos a Qatar, España y Brasil, pero tener nuestro propio campeonato nos permite sumar partidos en nuestra casa. Los futbolistas ganan ese roce competitivo, sin viajar”.
Quienes si viajan son los jugadores del resto de los países de Conmebol. Todos los equipos juegan, comen y duermen en el complejo “Valle de los Sueños” en un tipo de convivencia más cercana a una villa olímpica que al estilo cada quien por su lado que impera en el fútbol. El Centro de Alto Rendimiento tiene capacidad para que vivan 150 futbolistas, un comedor, vestuarios, dos gimnasios, un auditorio para charlas técnicas o ver películas y siete canchas de fútbol de medidas reglamentarias, dos de ellas de césped sintético y una a punto de ser cubierta por una estructura techada.
“Deberías ver esto en un día normal, a partir de las 6 am cuando ya los chicos que viven aquí comienzan sus actividades. Y cuando estás en entrenamientos ves el cielo cubierto de drones que capturan las imágenes de los partidos. Pude dormir aquí para un informe que hicimos: tiene comodidades de hotel cinco estrellas”, me cuenta el reconocido periodista ecuatoriano Diego Arcos.
Independiente del Valle es una creación de Michel Deller, un empresario del sector inmobiliario que llegó al fútbol impulsado por sus hijos. Deller conversa con Miguel Simón, host del evento, en la apertura del IDV Sports Summit producido por Sportrade y coordinado por Germán Dozoretz . Simón lo llama “hacedor”, pero Deller de modo amable procura no quedarse en el lugar del crédito total. Comparte el momento Santiago Morales, uno de los cerebros principales del proyecto, gerente general de IDV y ahora presidente del Atlético Huila de Colombia, adquirido por el grupo en mayo de 2023.
¿Por qué el fútbol?, pregunta Simón “Por mis hijos -dice Deller-. Y por que había una oportunidad. Según nuestro plan, el proyecto de IDV debía estar sostenido por cuatro pilares: infraestructura, sostén económico, permanente búsqueda de talento y el know how para potenciar el talento dentro y fuera de la cancha, con la educación como principal eje”.
El modelo IDV se despliega en el Valle de Sangolquí -a una hora de distancia del centro de Quito y la densidad de su tráfico- pero se conecta con Qatar. El proyecto fue incubado bajo los conceptos de Aspire Academy, una plataforma de conocimiento deportivo que se nutrió de los mejores exponentes del mundo en los diferentes deportes.
“Fuimos al lugar donde estaban las mejores ideas para la formación de jugadores, porque literalmente en Qatar tienen que sacar agua del desierto para enseñarle a los niños a jugar al fútbol. Aspire nos abrió su conocimiento y desde ahí trazamos el perfil del jugador ecuatoriano que estábamos buscando. Tropicalizamos su propuesta para tener la mejor estructura formativa del fútbol de Ecuador y con chicos y chicas que desde sub 12 juegan de la misma manera”, dice Deller.
IDV tiene a Andoni Bombín como jefe de la academia y metodología, un profesional del área con experiencia en el Athletic de Bilbao, uno de los clubes productores de futbolistas con mayor eficacia para formar jugadores de una misma geografía. Hoy todo el mapa de Ecuador es el territorio en el que IDV consigue captar el talento singular y por explotar que tienen determinados perfiles físicos para el fútbol.
Arkaitz Mota asegura que todavía falta lo mejor y que todavía no hemos visto el potencial definitivo de los jovenes ecuatorianos que se están formando en la academia. Mota es el jefe de scouting de IDV desde 2021, con pasado en Aspire Academy y en las estructuras de scouting de Real Madrid y Barcelona. Expuso en IDV Sports Summit y destacamos estos dos conceptos de su charla:
“Para mí es clave un grupo de trabajo. En IDV y otros clubes es 24 horas durante los siete días, nosotros trabajamos con pre formativas. Ahora mismo tengo niños nacidos en 2017 para que se hagan una idea, después formativas que están con nosotros en el club, Primera División y Selección Nacional. Si nos llega la información, tenemos que investigar y conocer a la familia y los chicos. Con la tecnología tenemos muchas herramientas de datos que utilizamos como apoyo para ser más rápidos, pero nosotros somos los que vemos al jugador en video en campo o en video. Siempre es mejor verlos en vivo”.
“Al jugador hay que seducirlo con la verdad, con el proyecto del club. Cuando llegué al club los jugadores no estaban preparados para quedarse en Europa, por eso lo cambiamos en dos años la parte formativa para que tengan una formación integral y puedan quedarse en Europa y además jugar en el primer equipo cuando llegan”.
IDV tiene franquicias y clubes convenidos en todo Ecuador. En su listado oficial aparecen más de 60 escuelas oficiales en todo el país, pero según nuestros cálculos hay más de un centenar de centros de detección y captación de talento del club. Todo eso es lo que supervisa Arkaitz Mota, un obsesivo del fútbol, locuaz, que se recorrió toda África para encontrar futbolistas y que ahora vive en el lugar en el que trabaja.
“Nada de todo lo que conozco se parece a este Valle de los Sueños. Tal vez La Masía, pero tampoco: este es el único lugar en el que tienes a los futbolistas las 24 horas del día”, comenta Mota. Le pregunto: “Hay quienes dicen que en Ecuador cuando cualquier otro club llega a un lugar a buscar futbolistas, IDV ya pasó tres veces por ahí. ¿Es cierto o es una leyenda? Mota no precisa hablar y asiente dos veces con la cabeza, como quien dice “lo estás diciendo vos, no yo”.
Pancho Quiñones muestra la cara estratégica y de marketing del sistema IDV, un club que tomó una postura clara cuando lanzó su proyecto insinuado en 2005 y consolidado en 2008: ser el segundo club en la preferencia, en un mercado saturado de clubes como cualquier país futbolero. Lo explica con chispa:
“Tu eres de otro club. Yo no te pido que no te pongas mi camiseta, sigue usando la tuya. Pero cuando tu hijo quiere ir a una escuela de fútbol, quiere ir a la de Independiente del Valle. Y a tí como padre te parece bien. Tu empiezas a hinchar por tu hijo y por los colores de tu hijo. Ahí te haces del club. Y ahí ya te gané”.
Esa estrategia también se refleja en las conversaciones en las redes sociales en las que IDV suele aparecer como el tercero en discordia entre los cruces de Barcelona y Liga de Quito para ganar engagement aunque tenga menos cantidad de seguidores. “Funciona bien -dice Quiñones-. Somos el club número 19 entre todos los de Conmebol en la tasa de interacciones en redes sociales”.
IDV inauguró su estadio en 2021. Moderno, coqueto y funcional, tiene capacidad para 12 mil espectadores. Todo el complejo y la cancha fueron hechos sobre una hacienda en la que solo había matorrales. Terrenos libres en los que solo había una iglesia que es patrimonio histórico y en la que se celebran casamientos, muy cerca del estadio.
En el acceso principal hay una enorme pared con una frase de Friedrich Nietzsche: “Ser Independiente es cosa de una pequeña minoría. Es el privilegio de los fuertes”. Un mensaje de bienvenida a cargo de un filósofo. Sin dudas un club diferente. Estrenado en 2021, el club tiene palcos vip y baños con velas aromáticas. “Son sectores que nada le envidian a los servicios de un centro comercial”, asegura Quiñones.
El cuerpo técnico y los jugadores fueron los encargados de participar en el diseño del vestuario, su ámbito privado. Cuando se ingresa hay una especie de deja vú: “Claramente está inspirado en el vestuario del Manchester City, todos querían que se pareciera a ese vestidor”, explica Quiñones. Las butacas están en semicírculo y al frente hay una pantalla táctil que está conectada a las cámaras tácticas del estadio: en cada entretiempo, el cuerpo técnico trabaja sobre esa pantalla para revisar jugadas y dar nuevas indicaciones.
Los detalles se cuentan solos en el complejo de IDV: a la salida de la cancha principal de entrenamiento hay cuatro hidrolavadoras colgadas sobre una canaleta para quitar el barro de los botines y que los jugadores no tengan que golpear los zapatos contra el piso. Todo el gimnasio tiene un mirador hacia esa cancha. “Cuando el futbolista se recupera de una lesión, en lo único que piensa es en el momento de volver a jugar. Por eso el gimnasio mira hacia la cancha, para que puedan vislumbrar ese momento”, explica Quiñones.
Como el estadio Banco Guayaquil tiene capacidad para 12 mil espectadores. Conmebol no hace excepciones con IDV en los partidos de Copa Libertadores y el club debe salir de su estadio cada vez que tiene un partido internacional eliminatorio: deben ser jugados en canchas con un mínimo de 20 mil espectadores.“Tenemos 2 mil abonados y somos el club de Ecuador en el que más mujeres solas asisten a la cancha. Lo hacen en grupos de ocho o diez mujeres, eso no sucede en otro lado. Los tickets son baratos porque no nos sirve que en las casa hagan cuentas sobre quién puede ir y quién no, como cuando los tickets son caros. Queremos que venga la familia completa”, comenta Quiñones.
Las entradas baratas cuestan 3 dólares las generales, cinco la platea y 8 dólares el palco. Por ese valor este domingo los fanáticos del club pudieron ver un espectáculo doble: al primer equipo en la Liga Pro y a las Dragonas, el team femenino del club (Mensaje para argentinos: Ecuador tiene una economía dolarizada y abundan los billetes de 1, 5 y 20 dólares, sin que haya obsesión ni disponibilidad masiva de los billetes de 100 cara grande azules. Ni ahí ni en ninguna parte).
Del estadio al complejo Valle de los Sueños, todo está conectado. Hay portones de madera que dividen cada sector del fútbol juvenil y el fútbol profesional. La última puerta es la que da al área del fútbol profesional y tiene una carga simbólica: “Esa puerta solo la cruzan aquellos que fueron convocados y promovidos al primer equipo. Solo esos jugadores acceden a ese sector. Es parte del sueño”, dice Quiñones.
Un área del complejo está dedicada a la educación. El proyecto IDV contempla la educación de los niños y niñas que desde los 12 años asisten a la academia. “Con la educación hemos hecho de todo y fallamos en todo lo que se puede fallar: creamos una escuela aqui dentro, hicimos convenios con escuelas estatales y privadas. Nada terminaba de funcionar porque tenemos chicos que vienen por el fútbol y ese es el eje principal. Resulta complicado combinarlo con el colegio al que asisten los chicos que no tienen ese objetivo. La solución llegó cuando conocimos Reinvented”, dice Quiñones.
Reinvented es un sistema de enseñanza no convencional nacido en Colombia y que reconfigura la estructura tradicional de la escuela y pone al alumno en el centro de la enseñanza. Estos son los detalles que cuenta Quiñones.
“Reinvented tiene tres franquicias en Ecuador y una de ellas está dentro de nuestro club. La enseñanza apunta a las inquietudes de cada alumno y con un desarrollo pedagógico en base a sus intereses. No hay aulas tradicionales, pero sí trabajos grupales. Los chicos y chicas eligen proyectos. La enseñanza formal llega por otra vía”.
“Por ejemplo: el inglés se utiliza para los entrenamientos y con una aplicación concreta. En matemáticas se les enseña a calcular cuánto deberían pagar de impuestos si mañana firman un contrato como jugador. Los alumnos tienen un rango horario amplio, con tutores disponibles y con los entrenadores de fútbol involucrados en ese proceso. La asistencia supera el 95 por ciento”.
Sobre el escenario del IDV Sports Summit, Santiago Morales conecta la educación con el proyecto futbolístico del club: “Cuando todo esto comenzó, teníamos que encontrar nuestra oportunidad dentro del fútbol ecuatoriano. Nosotros aparecimos hace 15 años. Una de las ideas fue la de tener divisiones formativas como no tuviera nadie y la otra fue la educación. Ahora IDV gana títulos, exportamos futbolistas a mercados internacionales, pero para nosotros también son importantes otras 14 estrellas que tendremos: son los chicos y chicas que cumplirán la primera graduación dentro de nuestra escuela”.
El fenómeno IDV es conocido por su grandes resultados en Conmebol, la formación y transferencia de futbolistas con ingresos resonantes y el impacto local de sus jugadores: de todo el plantel mundialista ecuatoriano de Qatar 2022, diez futbolistas fueron formados o jugaban en Independiente del Valle. El fútbol profesional es autosustentable y el 30 por ciento de los ingresos del club van directamente al área de formación. Más de 400 personas trabajan en el Centro de Alto Rendimiento.
Toda esta experiencia que pudimos presenciar tuvo lugar cuando el impredecible fútbol metió la cola: Independiente del Valle quedó eliminado en octavos de final por Deportivo Pereira en una noche desapacible en un descuidado y envejecido Estadio Atahualpa, el mismo día en el que un candidato presidencial fue asesinado por sicarios en el camino hacia nuevas elecciones presidenciales.
Fue un golpazo, poniendo cada cosa en su justa dimensión. Pero lo que podría ser un derrumbe en otro club, en IDV fue metabolizado con una felicitación en redes sociales al Deportivo Pereira. Hay un proyecto en marcha, más allá de títulos ganados en Copa Sudamericana o eliminaciones inesperadas en Copa Libertadores.
Michel Deller sabía en que se metía cuando le hizo caso a sus hijos y avanzó con la creación de un nuevo club donde antes había otro. “En IDV somos obsesivos de los procesos. En el fútbol lo único que podemos controlar son nuestros propios procesos y nada más. Por eso tenemos que ser obsesivos con eso”.
IDV es un club diferente por todas estas cosas. En un país donde se asume, con mucha franqueza y sinceridad, que el fútbol puede ser una salida de la pobreza y escapar de un destino mal escrito para muchos jóvenes. Y si no serán futbolistas, al menos muchos de ellos recibirán contención y una educación para enfrentar a un mundo, en el que cuando llegamos, los clubes de fútbol ya estaban ahí.
Todos los clubes, menos uno.
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mg.