💣La guerra por el fútbol que todos aman pelear
El documental estrenado por Apple TV+ es un mapa perfecto sobre cómo las organizaciones europeas del fútbol se conectan desde sus intereses y distribución del poder.
Te escribe Marcelo Gantman y estás a punto de leer una newsletter de pretemporada de Big Data Sports. El regreso oficial de nuestros envíos semanales será el jueves 16 de febrero, pero el estreno del documental “Superliga: La Guerra del Fútbol” (solo disponible en Apple TV+), es una excusa que intentaremos justificar para esta aparición ocasional.
Este one shot, todavía en pleno verano en el país del Campeón del Mundo -se hizo moda en la Argentina recordar eso a cada momento y sin motivo aparente-, es un recordatorio para todos nuestros seguidores sobre los contenidos que vamos a ofrecer y reinventar en 2023 . Y si llegaste por el reenvío desde la casilla de otro, te invitamos a que te suscribas y nos encuentres cada semana.
Breve descripción sobre el contenido que encontrarás:
Los poderes del fútbol europeo contados desde Apple TV+
Piratería en Qatar 2022: cómo derribar links de Twitter en dos minutos.
Messi, el rey de los highlights en el Mundial.
KingsLeague: nuevo formato para la generación que no admite aburrirse.
Australian Open: nuevas métricas para saber en qué son buenos los tenistas.
Superliga Europea: la guerra será transmitida por Apple TV+
“Superliga: La Guerra por el Fútbol” es una historia que se posa en los cuatro días que van desde la filtración periodística sobre la creación de un campeonato exclusivo organizado por 12 clubes poderosos de Europa y con un espíritu secesionista. Un plan que amenazaba cambiar el orden deportivo, comercial y hasta jurídico del fútbol europeo.
Oportunamente hemos escrito y hablado sobre este proyecto que no termina de nacer ni tampoco termina de morir. Los cuatro episodios del documental estrenado por Apple TV+ motivaron estas líneas de pensamiento que no contienen spoilers ni anticipan finales, pero que nos permiten reflexionar sobre cómo es el manejo del poder desde las oficinas de los governing body, clubes, ligas y fondos de inversión.
Son algunos apuntes sobre el documental y una visión sobre cómo funciona una industria de alianzas flexibles y que funcionan por conveniencia:
-Nadie confía en nadie. “Yo en el fútbol no me fío de nadie”, dice Javier Tebas más de una vez en sus frecuentes apariciones en el documental. Pero esa desconfianza general aceptada por todos -y el que no la tolera, se queda afuera del juego- es la gran organizadora del sistema del fútbol. No confiar es la garantía colectiva para que de que cada quien pueda libremente negociar y pactar en función de sus propios intereses. La traición es el límite.
El epitome del asunto es la relación rota entre Aleksander Ceferin, presidente de UEFA y Andrea Agnelli -último eslabón de la conducción ancestral de los Agnelli en Juventus y por entonces presidente de la Asociación Europea de Clubes- a causa de los enfrentamientos por el proyecto Superliga. Ceferin es el padrino de la hija de Agnelli, producto de una amistad de años que involucraba a sus propias familias. Ceferin hace explícito en el documental que ese vínculo ya no tiene retorno.
-Un deporte, diferentes negocios. En el documental queda claro que todos están en el negocio del fútbol, pero no todos quieren lo mismo. UEFA no cesa en obstruir a FIFA un Mundial de Clubes ampliado y denuncia que Infantino firmó un gran acuerdo económico confidencial: más razones para decirle qué no. (Infantino finalmente lanzó el Mundial de Clubes para 2025 en pleno Mundial de Qatar).
Premier League tiene conflictos severos con los clubes poderosos ingleses -con sus dueños en realidad- y LaLiga vive en eterna disputa con Real Madrid y Barcelona: Joan Laporta quiere que Tebas impulse la participación de más equipos españoles en la Superliga, pero Tebas es uno de los enemigos más altisonantes que tiene la Superliga y en consecuencia enfrenta sin contemplaciones a Florentino Pérez.
Clubes y ligas no quieren lo mismo. Los clubes entre ellos también tienen disputas: Barcelona y Real Madrid buscan a PSG y Manchester City para la Superliga, pero a la vez combaten y denuncian el modelo de “Club-Estado”, que se alimentan de fortunas inagotables.
-El enemigo de mi enemigo (también) es mi enemigo. Las alianzas tácticas con fecha de vencimiento y los pactos temporarios por conveniencia son moneda corriente en el documental. Digamos que “Superliga: La guerra…” es un muestrario en carne viva sobre cómo se organiza la política en las organizaciones que forman parte de la familia del fútbol. Tebas es rival de Ceferin en 2018 cuando UEFA intenta darle más poder a la Champions League, pero se unirán para ponerle freno a la Superliga.
La manera en que Ceferin y Nasser Al-Khelaïfi, dueño del PSG, conforman un bloque indivisible para frenar la Superliga es uno de los datos más fuertes de la historia. Infantino ve en Ceferin a un sucesor en UEFA que se le sublevó. Se desconfían a cielo abierto, pero pactarán para que FIFA ofrezca un mensaje contundente y sin equívocos para rechazar a la Superliga en el Congreso de UEFA celebrado en abril de 2021.
Los acuerdos son circunstanciales. Las tácticas asociadas sirven para sortear el obstáculo del momento y luego cada quién seguirá con su propio roadmap. Se aceptan las reglas del juego y así el ecosistema se autodepura todo el tiempo. Política de alta gama.
-Un mapa preciso del fútbol real. Ya se vieron varios documentales que denuncian casos de corrupción en el fútbol, pero “Superliga: La guerra…” acierta al mostrar con crudeza y perfección cómo es la cartografía de los factores de poder del fútbol. Se escapa, por suerte, de la narración clásica y repetida sobre los numeros hechos de sobornos y negociados que de tanto en tanto sacuden las estructuras del fútbol. Acá nadie oculta sus ambiciones ni sus intereses y se percibe cuál es el juego de cada stakeholder.
Ceferin se enorgullece de que UEFA tenga tres veces más ingresos que FIFA. Florentino Pérez defiende la condición de número uno del Real Madrid y que por eso su club merece más que lo que tiene y más que nadie. Andrea Agnelli le contesta a sus enemigos sentados en primera fila, en un seminario organizado por Financial Times, y marca que su familia maneja Juventus desde hace 100 años y que estuvieron ahí antes que ningún otro gestor del fútbol.(Actualización: ya con el documental finalizado y alcanzado por escándalos económicos y judiciales, Andrea Agnelli renunció al Consejo Directivo de Juventus en noviembre pasado, con el planeta entero ya distraído con el Mundial)
Este mapa de negocios, política y deporte también acierta en mostrar cómo se dio el flujo de inversiones en el fútbol europeo y global en los últimos cinco años: China en retirada, se remarca la presencia de los Clubes-Estado como PSG, Manchester City y Newcastle -capitales árabes- y la gran presencia de inversiones norteamericanas en la Premier League y como respaldo económico a la Superliga con el fondeo de JP Morgan.
Al margen de lo que muestra el documental, las inversiones norteamericanas en clubes de fútbol de Europa no se detiene: CIES Football registra un total de 62 propiedades en el continente. Dos tercios de esas adquisiciones se produjeron en los últimos tres años. Los propietarios norteamericanos todavía buscan acomodarse en una actividad deportiva que no trabaja con topes salariales.
La prensa deportiva informa y deforma. Permeable a filtraciones, entrevistas consensuadas y con testimonios con más opinión que dato. Aún cuando denuncia y las cabezas parlantes de los noticieros vociferan y se indignan, el periodismo de fútbol se percibe como una mera cámara de eco de estos asuntos: siempre forzado a beneficiar a alguna de las partes. Acompaña. No saca los pies del plato ni los sacará. Poco para agregar aquí, salvo preguntarle al entrevistado si tiene algo más para agregar.
Una excepción es el fuerte testimonio de ex futbolistas ingleses, que en los programas de Sky Sports, atacaron sin dudar a sus viejos clubes cuando quisieron sumarse a la Superliga. En especial se destaca Gary Neville, emotivo y preciso en su postura contra el proyecto.
Nasser Al-Khelaïfi, un todoterreno. Si se tratara de estadísticas avanzadas, hay que analizar la red de pases del presidente del Paris Saint Germain. Nasser Al-Khelaïfi se convierte en el primer aliado inesperado de Ceferin al rechazar la Superliga. El asunto llamó la atención porque, por el perfil de su club, PSG parecía candidato natural para estar en ese espacio. Al-Khelaïfi echa mano a su lista de contactos y se propone desarmar la idea de Superliga. Al final del camino, quedará sentado en el sillón principal de ECA, el lugar que era de Agnelli.
Cuando se repara en el mapa de calor de Al-Khelaïfi, el documental hace explícito todo los lugares de poder que ocupa solo en el fútbol de clubes: presidente del PSG, presidente de ECA, miembro del Comité Ejecutivo de UEFA y uno de los propietarios de la cadena beIN Sports, que a su vez le compra derechos de transmisión a UEFA. Los movimientos que lograron que la Superliga sea un proyecto fallido también deben llevar su firma.
“Mis abogados son los que me dicen donde puedo estar y donde no. Cuando precisan ayudan me llaman y los ayudo. Pero cuando las cosas están mal hablan de conflictos de intereses. Eso no es justo” - Nasser Al-Khelaïfi - Superliga: La guerra por el fútbol
Los futbolistas, ausentes. El futbolista como parte interesada en el conflicto está totalmente ausente en la trama. Se los menciona, apenas, como sujetos de sanción desde UEFA y FIFA si llegan a participar en competiciones organizadas por afuera de esas organizaciones. No hay, por ejemplo, una voz de FIFPRO que ofrezca una perspectiva sobre el curso de los acontecimientos y mucho menos un nombre propio de los pesados que puedan sentar posición.
-Una lupa para encontrar un dato positivo. ¿En alguna parte de la historia de la Superliga Europea y su colapso, los padres de la criatura tienen razón? El proyecto estaba basado en literatura producida por ECA en 2020 cuando logró instalar un concepto que al día de hoy se repite sin cuestionarlo: el 40 por ciento de los jóvenes entre 18 y 24 no miran fútbol. El documento ahora es inhallable en su sitio oficial.
A partir de la fuerza argumental de ese dato, darlo por cierto es tentador. Pero es discutible. La idea de fuga de las nuevas generaciones hacia otras formas de entretenimiento y los números rojos de la industria del fútbol, para los gestores de la Superliga, eran pilares suficientes para lanzar su plan.
Andrea Agnelli es muy contundente en el seminario del Financial Times de 2022, cuando demuestra que toda la prensa europea viene hace años dando testimonio sobre las pérdidas millonarias de la industria del fútbol y lo inviable que resulta como modelo de negocio. Incluso antes de la pandemia que hizo acumular pérdidas por 4.500 millones de dólares.
El entonces CEO de Juventus intenta anudar ese panorama a la invención de la Superliga como solución para todos los males del fútbol europeo. Ceferin dice que “no hace falta arreglar lo que no está roto” y entiende que la Champions League todavía tiene margen para mejorar la economía de los clubes y no romper el valor intrínseco del fútbol de permitirle soñar y crecer a cada club pequeño que pueda llegar a jugarla.
La Superliga Europea trabajó sobre la supuesta apatía de las nuevas generaciones de fanáticos hacia el fútbol en vivo y un reparto injusto de los ingresos para los clubes más convocantes, para construir su idea campeonato semi-cerrado. Es algo inocente suponer que si la Generación Z escapa del consumo del fútbol en vivo, ese comportamiento cambiará porque los clubes más importantes de Europa jugarán entre sí cada año una y otra vez.
Nunca olvidar que el fútbol es de los hinchas. En los tumultuosos días de abril de 2021, publicamos como el efecto de la Superliga dejó de lado el concepto comercial que rodea a los fans para darle lugar a los hinchas como expresión genuina de la propiedad cultural del fútbol. Boris Johnson, entonces Primer Ministro de UK, se mete de lleno en el conflicto y amenaza con una “bomba legislativa” que destruya a la Superliga. Ve en esa guerra del fútbol un activo electoral nutritivo.
La manifestación de los hinchas ingleses en las calles -los lideres de las asociaciones que velan por los derechos de los fanáticos en Inglaterra tienen un papel destacado en el documental- fue un recordatorio general acerca de los riesgos de la excesiva comercialización del fútbol como fenómeno original del mundo del entretenimiento. “Transformaron a los hinchas en clientes”, acusa Ceferin cuando apunta a la ambición de los creadores de la Superliga.
El término customer en boca de Ceferin suena fuerte en el documental, pero se vuelve relativo dentro de una industria que no descansa en su búsqueda extrema de monetizar cada tramo de la relación afectiva y emocional de los hinchas con sus clubes.
El pecado de la Superliga fue operar en nombre del dinero para romper las estructuras europeas, y apuntar hacia una competición que disolvía el sentido y el alma del fútbol como deporte. Apostaba a un sistema hibrido de clubes poderosos con presencia garantizada y cinco ventanas clasificatorias cada año para el fútbol plebeyo. (Adiós, Viktoria Pilsen).
Un reparto mínimo para la esperanza imprescindible de que un club pequeño de Europa pueda aspirar a jugar la Champions, tanto como un underdog como el Leicester City pudo soñar con ganar la Premier League y conseguirlo. Esa fantasía que tiene el fútbol es el elemento intangible que hace andar toda la maquinaria.
A Ceferin le bastó un discurso encendido para que miles de hinchas ingleses salieran a la calle como un ejército irregular para defender el alma del fútbol. Se conectaron dos partes del ecosistema que suelen estar distantes. Como volvieron a estarlo una vez que se calmaron las aguas.
El fútbol le pertenece al hincha. Es el lugar común número uno, al tiempo que es el simbolismo mayor y certero que tiene la actividad.
Finalmente, un director que sabe de lo que habla. Jeff Zimbalist, director del documental, se toma varios minutos para desplegar toda la personalidad de Alexsander Ceferin y sus habilidades políticas para negociar, golpear, mostrarse gentil y volver a golpear. Por momentos creemos ver un film sobre la vida de Ceferin y no sobre la guerra desatada por la Superliga. Pero diversos entrevistados marcan modos y manejos de Ceferin al frente de UEFA, que equilibran un poco las diferentes versiones de la historia. Digamos que Ceferin gana el combate por puntos y lo celebra en soledad, abriendo una botella de whisky que se presume costosa y reservada para una gran ocasión.
Zimbalist ya se ha metido con el fútbol y muestra el conocimiento del que tiene el pulso sobre cómo funciona un determinado sector. Entre otros films, Zimbalist hizo “The Two Escobars” (2010), célebre título de la serie 30X30 de ESPN sobre el asesinato del futbolista colombiano Andres Escobar ; “Pelé, el nacimiento de una leyenda” (2016), una película que cuenta la historia de Pelé en sus inicios y “Nossa Chape” (2018), un registro sobre la reconstrucción como club de Atlético Chapeocoense luego del accidente de aviación de 2016.
Asociado en sus producciones cinematográficas con su hermano Michael, Jeff Zimbalist también tiene experiencia en la realización de comerciales para marcas ligadas al deporte: Gatorade, Pepsi, Red Bull, Verizon, DirecTV y la propia NFL. No luce como un turista del deporte al momento de ponerse al frente de una historia.
“Superliga, La Guerra por el Fútbol” desde Apple TV+ seguramente tenga un alcance más limitado que otras plataformas como Netflix, convertida en el nombre genérico de los consumos en streaming. El documental construye conocimiento y sobresale en una época en la que el género opera principalmente como una estrategia de marketing de las organizaciones deportivas y vuelve sobre algo más clásico: contar una buena historia.
Es también un documental que se escapa de la tendencia del compendio de denuncias de corrupción y narra con precisión hechos que sirven para entender cómo funciona una industria y quiénes son los que gestionan un fútbol que no es el mismo para cada parte interesada.
La guerra no terminó.
90+4
😴 KingsLeague es el entretenimiento del momento y trabaja sobre una generación que no admite aburrirse. Este es un interesante artículo que describe, entre otras cosas, cómo los espectadores presenciales de la propia KingsLeague miran sus móviles y dicen que prefieren ver el evento online. “Lo importante no está en el campo, sino en la comunidad virtual. Aquí un Messi no tendría sentido, porque los protagonistas son los 'streamers' que narran los partidos y la gente que los sigue. Tiene más lógica de red social que de liga deportiva”, dice el texto. Una mirada audaz en tiempos en que hay mucho temor a quedar anacrónico si no se acepta a libro cerrado el novedoso fenómeno desde los datos apabullantes de audiencia. (Continuará…)
📺 Messi también fue el rey de los highlights en Qatar 2022: 1.800 videos con su talento. Un detalle sobre cómo se consumen los contenidos en esta era del fútbol on demand.
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🏴☠️ BB Media y Vrio (DirecTV) derribaron más de 22 mil transmisiones ilegales durante el pasado Mundial. Cómo se logra anular links piratas en Twitter en menos de dos minutos.
La próxima entrega de esta newsletter será el jueves 16 de febrero. La pretemporada habrá terminado. Como siempre son bienvenidos todos los comentarios.
Unas semanas más y volvemos.
Hasta pronto,
mg.