⚽25 años del fanático del fútbol conectado a internet y al real time
LiveScore revisa en un reporte cómo cambió el consumo de scores y noticias en un cuarto de siglo. Del fútbol icónico de los 90 al riesgo actual: que sea apenas un commodity en el flujo de novedades.
No sé a quien le pertenece la ocurrencia y me gustaría endosarle el crédito correspondiente. Es un típico latigazo de X. Me parece una expresión acertada y que describe muy bien algo del fútbol en continuado de esta época:
“Haaland hizo como mil goles, pero no me acuerdo de ninguno en especial”
¿Quién se acuerda de algún gol icónico de Haaland? Podemos caer en el error recurrente de suponer que lo que no está claro en nuestra memoria, no está en la de nadie. Debe haber algún fanático intenso que consigue sacarle todo el jugo disponible a la naranja de lo que el fútbol ofrece sin detenerse jamás y que encontrará el detalle de ese gol de Haaland. Yo no lo tengo fresco en el recuerdo. Pero tampoco importa tanto: la idea en el fondo representa un espíritu.
Tal vez sea porque Haaland es emblema de una época en la que todo el fútbol se superpone y entonces los picos y los valles se confunden de tal forma que se vuelven planicie. El fútbol es como el Fortnite: nunca se termina, siempre empieza otra vez. ¿Cómo dejar que los acontecimientos tengan alguna curaduría o maduración en el paladar, si relatores y comentaristas nos hablan del próximo partido del equipo cuándo todavía no terminó el que está jugando ahora? Y arriesgan que el DT “ya está pensando en el partido que viene”. Puede que sea verdad.
El 25 por ciento de los hinchas ingleses relevados por el reporte de LiveScores dicen que el 3-3 entre AC Milan y Liverpool es el partido que más recuerdan. Se jugó en 2005. Es un totem solitario a punto de cumplir 20 años. Ya volveremos sobre esto.
Los momentos memorables del fútbol no siempre impactan en campeonatos o clasificaciones. El mejor gol de Enzo Francescoli en River fue contra Polonia, en el verano de 1986, un partido que vi en un bar con amigos en Gualeguaychú, mientras por las calles desfilaban las comparsas del carnaval.
Un golazo de todos los tiempos, apto para hinchas de cualquier camiseta, que no se tradujo en un impacto concreto. Fue “útil” para lo que suele servir el fútbol: fijar recuerdos personales y colectivos, momentos de la vida y ya.
Hace 25 años la información en tiempo real daba sus primeros pasos en el cruce de la tecnología y el fútbol. Es muy curioso notar cómo la idea de recibir scores y noticias a través de internet -y un poco antes de que a la conexión le sumemos movilidad- todavía correspondía a un fútbol que administraba dosis muy especiadas de su producto.
El real time en el deporte nació cuando no había mucho para informar, pero se desarrolló como una herramienta que, por su propia existencia, nos obliga a alimentar su actualización constante.
LiveScore publicó este año un reporte para mostrar cómo era el consumo de los datos y las noticias del fútbol hace un cuarto de siglo. Pasado el tiempo, llegamos a una época saturados de información y el fútbol que nos rodea, de tan ominipresente, casi que no lo distinguimos.
De nuevo: ¿Quién se acuerda de algún gol de Haaland en especial?
Vamos más lejos: ¿cuál es el último partido realmente increíble qué recuerdan y qué se haya jugado hace poco?
25 años de LiveScore: cómo el fanático descubrió la información en tiempo real y cómo el fútbol corre el riesgo de ser una pantalla de fondo
Algún día de 1998. Peter Jerie, fanático del Manchester United y programador de profesión, estaba de vacaciones en Ciudad del Cabo y quiso encontrar el modo de seguir la información de su equipo mientras estaba de viaje. La solución fue crear un código que enviará actualizaciones de los resultados desde el sistema de teletexto hacia su teléfono móvil mediante notificaciones de SMS.
El teletexto era una funcionalidad que ofrecían las señales de TV británicas que permitía visualizar un menú en pantalla para acceder a páginas de un servicio de noticias de texto en los televisores.
Ese código comenzó a circular y se hizo muy popular entre los amigos de Jerie: fue el antecedente para el registro de LiveScore como sitio de internet, un servicio pionero que actualmente se ha convertido en uno de los principales proveedores de actualización de resultados deportivos en tiempo real, servicios de streaming y contenidos noticiosos.
LiveScore tiene hoy 50 millones de usuarios en todo el mundo y 2.5 millones son de Reino Unido.
El experimento hecho por Jerie desbloqueó el nuevo nivel de satisfacción de una demanda que el usuario todavía no tenía: la necesidad de estar informado constantemente. Las actualizaciones eran escasas y poco frecuentes, excepto en el caso de las noticias más importantes. La paciencia de los aficionados estaba en su punto más alto en comparación con nuestros días. En esos años noventa se esperaba que las páginas del teletexto se actualizaran: algo que podía no suceder hasta el día siguiente.
Hablamos de finales del siglo pasado, una época de dos partidos por semana (y no para todos los clubes, sino para los buenos y más competitivos), pretemporadas de 4-5 semanas sin actividad, giras internacionales cortas y ocasionales; en definitiva, mucho oxígeno disponible entre las competencias oficiales, sus tiempos muertos y un consumo informativo acotado.
LiveScore lo que hizo fue diseñar un flujo sin pausa de noticias y resultados, antecesor de las redes sociales, que luego dieron paso a las nuevas conexiones y a la trabajosa articulación de fanáticos sueltos en comunidades digitales. Una tarea que todavía es un work in progress.
Las disrupciones tecnológicas que traen bruscos cambios de comportamiento producen una sensación colectiva muy común y reconocible: nos hace pensar cómo alguna vez el mundo pudo ser de otra manera, diferente a la actual. Datos para afirmar ese concepto que provienen del reporte de LiveScore:
19% de los aficionados de la Generación Z no saben qué fue el teletexto. (Agregamos: El Ceefax de la BBC estuvo vigente entre 1974 hasta el final de la transición a la TV digital en 2012. Era uno de los modos más populares de servicios de noticias directamente al hogar, más allá de los periódicos y la propia TV)
El 93% de los aficionados cree que la tecnología y la capacidad de estar al día con las noticias y los resultados del fútbol en tiempo real tuvieron un impacto positivo para el fútbol entre las innovaciones fuera del campo de juego.
82% de las personas mayores de 55 años no pueden imaginar un mundo sin actualizaciones instantáneas de deportes, a pesar de haber vivido en una época sin teléfonos móviles ni internet inalámbrica.
84% de los aficionados se sienten más conectados con sus equipos favoritos desde la aparición de las actualizaciones de scores en tiempo real.
79% de los usuarios de LiveScore cree que el consumo de contenido de los aficionados modernos son impulsados gracias a su inmediatez y la movilidad.
En el pliegue entre la popularidad creciente de internet en los hogares y la ausencia aún de smartphones, aplicaciones y redes sociales, ese mundo en el que fue fundado LiveScore, resistía un viaje en colectivo para ir de casa al trabajo y del trabajo a casa; pasar sin abstinencias de la PC de la oficina a la hogareña para revisar mails y leer noticias que duraban varias horas en la home de los diarios.
LiveScore en el deporte era entonces la capital del refresh. El F5 salvador para conocer al detalle la marcha de los acontecimientos deportivos, que eran ocasionales, únicos en su especie, islotes de ocio con mucho espacio sin fricciones entre otros eventos deportivos y otras formas de entretenimiento. Los picos y los valles se distinguían.
Había internet pero no había locura de consumo de información. Tampoco todas las expresiones deportivas ni todas las ligas tenían espacio en la TV. Un breve recordatorio sobre otros cambios de se produjeron en esa época, que en la hoja en blanco de la memoria futbolística de muchos, se conecta con momentos icónicos del juego:
En 1998 el Mundial de Francia fue el primero que se jugó en la era masiva de internet. Nokia lanza el móvil 5110. Apple la primera iMac G3. Se funda Google.
En 1999 se lanzan los primeros dispositivos con bluetooth y el primer Blackberry con internet wireless.
En 2000 el mundo “se come la curva” del colapso de internet por el cambio de milenio y se gastan millones de dólares en un temor infundado. Pero esto sí es relevante, también de los 2000: aparecen los primeros clubes de fútbol comienzan a incorporar las ciencias deportivas y suman a nutricionistas y especialistas en rehabilitación a sus planteles.
En 2001 se lanza el primer ipod.
En 2002 el cine hogareño acelera su transición: el DVD desplaza al VHS en ventas. Con el DVD se expande una costumbre ya incorporada al consumo cultural: los contenidos adicionales que rodean al contenido principal.
En 2003 Apple abre la tienda iTunes. Ese año en Alemania se desarrolla el primer podcast.
En 2004 comienza a gestarse Facebook y Google lanza el GMail.
En 2005 YouTube ya existía y es vendida a Google.
En 2006 nace Twitter.
En 2007 Apple lanza el primer iPhone.
Y acá es donde comienza a cambiar todo.
Con los smartphones se expanden las apps y las redes sociales. Nace la etapa que el reporte de LiveScore define como el empoderamiento de los aficionados. De la conexión online con amigos del colegio, amigos actuales y familiares, son 20 años de historia hacia el armado de comunidades digitales. Nada que no sepamos, pero lo definen con este textual:
Las redes sociales dieron voz a los aficionados, permitiéndoles compartir opiniones, crear contenido e interactuar directamente con jugadores y clubes.
La explosión de las plataformas de redes sociales revolucionó la participación de los aficionados, permitiendo a los seguidores conectarse a nivel global en tiempo real.
En 2023, LiveScore registró 411 millones de interacciones en redes sociales.
LiveScore fue un modo individual de conectarse con la info en tiempo real. Las redes sociales llevaron esa práctica a una escala masiva y global. Ya no es la necesidad de responder a un pedido instantáneo sobre el resultado de un partido. Lo que hay es una necesidad imperiosa de dotar de contenido abundante un flujo planetario de noticias, scores y hasta escándalos en el mundo del fútbol.
Sobre 25 mil encuestados por LiveScore, el 25 por ciento dijo que la final de la Champions de 2005 entre Milan y Liverpool es el partido que más recuerdan. Alcanza con revisar el video de arriba para entender por qué. Podemos pensar que esa final tuvo todos los condimentos indispensables para transformarla en un partido inolvidable, pero también es un recuerdo que proviene de una época en que los acontecimientos eran únicos e inconfundibles. Danza clásica con un único reflector. Ahora vivimos dentro de la teoría del gol de Haaland…
Cómo construir los nuevos momentos memorables sin depender de los partidos
El imperio del tiempo real impulsa a un nuevo desafío para quienes llevan adelante la gestión del fútbol y la relación con los hinchas ahora en formato de comunidades digitales. Ese desafío es la generación de momentos icónicos. Revisar el pasado, inventar -en el mejor sentido del término- un acontecimiento original que permita encontrar el punto de conexión genuina e intransferible entre los clubes y sus hinchas.
Como ejemplo se me ocurre que en 2025 se cumplirán 100 años de la gira europea de Boca Juniors a Europa, el primer viaje internacional de un club argentino. Con tanta oportunidad de experiencias inmersivas a la mano, revisitar ese momento sería un gran acontecimiento para los hinchas. Queda la idea.
En definitiva, el desafío es trabajar para producir ese impacto que no tenga que ver con el flujo del fútbol que transcurre como un fondo de pantalla mientras hacemos otra cosa. Sobre el final del reporte, es interesante la visión de Sam Sadi, CEO de LiveScore Group sobre lo que podría pasar con el fútbol y las tecnologías en los próximos 25 años.
La transmisión del fútbol ha sufrido cambios significativos en el último cuarto de siglo, desde la entrega exclusiva de juegos de la Premier League por parte de Sky hasta la fragmentación completa de los servicios de suscripción, con múltiples servicios de streaming compitiendo por sus suscriptores.
De cara al futuro, anticipamos una reagrupación de estos derechos, con un enfoque renovado en ofrecer una experiencia centrada en el usuario a través de plataformas directas al consumidor. Estas plataformas priorizarán la experiencia del fan, ofreciendo modelos de suscripción flexibles adaptados a las preferencias individuales, con la posibilidad para los aficionados de elegir niveles de suscripción, desbloqueando diversas funciones y contenidos, y ofreciendo una experiencia de visualización consolidada y sin interrupciones.
Las experiencias en el estadio han evolucionado hacia centros tecnológicos, con pantallas gigantes, sistemas de boletos móviles y zonas interactivas para los aficionados que mejoran la experiencia en vivo. Mirando hacia el futuro, tecnologías como la Realidad Virtual (VR) prometen revolucionar las experiencias en el estadio, transportando a los aficionados al corazón de la acción como nunca antes, permitiéndoles ver los partidos en vivo como si estuvieran físicamente presentes. Además, el surgimiento del metaverso ofrece el potencial de conectar a los aficionados globalmente en estadios virtuales, creando un sentido compartido de comunidad a través de países y continentes.
No es un secreto que el auge de la Inteligencia Artificial (IA) tiene un potencial de gran alcance para transformar la manera en que experimentamos the beautiful game. Desde los humildes comienzos del teletexto hasta la era digital de las actualizaciones en tiempo real y experiencias inmersivas, ha sido un viaje extraordinario.
(…)Aunque lo que viene a continuación para el deporte que todos amamos es difícil de predecir con certeza, hay varias tendencias y desarrollos que creemos que darán forma al futuro de la afición al fútbol en los próximos 25 años.
Esta revolución digital ya ha abierto el camino para experiencias más personalizadas, impulsadas por algoritmos de IA con el poder de alimentar un vasto depósito de datos individuales, y curar dinámicamente contenido basado en preferencias individuales. Esta personalización se extiende más allá de las actualizaciones de los partidos para incluir noticias adaptadas, resúmenes personalizados y análisis predictivos.
A medida que aprovechamos el poder de la IA para capturar la esencia individual de cada aficionado, podemos anticipar la aparición de nuevas subcomunidades centradas en intereses y preferencias específicos, que podrán conectarse y celebrar su amor particular por el juego del fútbol.
Todo apunta a lo mismo: el fútbol se sigue disfrutando como emoción colectiva, fija recuerdos y ahora es posible destilar desde ahí una experiencia personalizada. Creemos que consumimos todos lo mismo, pero ya no funciona así. Pero si el loop no se detiene, encontrar los momentos memorables se hará cada vez más difícil.
Los partidos en vivo y la información en tiempo real hoy son apenas un punto de partida.
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📑LiveScore: 25 years evolution of fan - Reporte completo -
Tips de salida
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mg.