🇮🇱 Cómo es jugar al fútbol en Israel luego del ataque terrorista de Hamás
Una liga de 14 clubes. Partidos sin gente, estadios con refugios. Un campeonato alterado por alarmas y permisos especiales del ejército. Conversación con el CEO de Israel Premier Legue.
Nicolas Lev viajó a Buenos Aires para cumplir con el ritual fundacional que tiene el fútbol: ir con su padre y con su hijo a ver a River Plate en el Monumental. Lev es argentino, pero lleva décadas viviendo en Israel. Motivos familiares y la coincidencia con el calendario de la Copa Libertadores, hicieron posible ese viaje y asistir a la revancha contra Atlético Mineiro.
El vínculo de Nicolas Lev con el fútbol excede al hincha de River: es el CEO de la liga profesional de fútbol de Israel. Después de acumular experiencia en compañías tecnológicas, Lev respondió en 2017 a una convocatoria de Linkedin para sentarse en la silla principal de la gestión de Israel Premier League (IPL).
Es una liga modesta pero que forma parte de UEFA, lo cual le permite estar en contacto y en conversación permanente con ligas y clubes europeos. Javier Tebas es su interlocutor preferido en esos encuentros.
IPL tiene 14 equipos y Lev dice que sería más competitiva si tuviera doce. Algunos clubes tienen hinchadas donde conviven sin conflictos israelíes y árabes. A pesar de las dificultades cotidianas, el objetivo principal es que los chicos vayan a la cancha para continuar con la construcción de un cultura del fútbol que todavía tiene mucho margen para crecer. Mientras tanto, la liga crece: en diez años triplicaron sus ingresos por derechos televisivos.
La primera conversación que tuve con Nicolas Lev fue en marzo de 2019, también en Buenos Aires. Cada tanto lo hicimos también de modo virtual. No puedo evitar que estas charlas luego deriven en algún tipo de contenido para publicar. En aquella ocasión me impresionó cómo Lev anticipó un futuro del fútbol apalancado en la realidad aumentada y que se parece bastante a lo que ahora Cosm hace en Estados Unidos con Premier League, NBA y MLB.
“Estoy por viajar a Buenos Aires para ver a River en la Copa Liberadores. Si querés nos juntamos y te cuento cómo es jugar al fútbol en Israel en medio de la guerra”, me puso en un whatsapp.
Tomamos un café y me lo contó.
Estadios con refugios, partidos sin público, localías que se repiten: cómo es jugar al fútbol en Israel luego del ataque terrorista de Hamás
"Ya estaba todo aprobado para jugar ese día y al mediodía recibimos un llamado teléfonico de la autoridad militar que nos dice que nos remueven la confirmación y que no se puede jugar. Tuvimos que postergar el partido esa misma noche. Irán finalmente atacó con misiles. Yo estaba en un supermercado, tuve que estar 40 minutos en un refugio del supermercado hasta que todo pasara.", cuenta Nicolas Lev en un momento de la conversación. Bajar al refugio forma parte de una vida alterada totalmente normalizada, de un lado y del otro, en las décadas que lleva el llamado conflicto de Medio Oriente.
Cuando me encontré la primera vez con Nicolas, en marzo de 2019, las condiciones adversas para celebrar un partido de fútbol de su liga profesional, no eran tema de conversación, más allá de que algunas situaciones ya estaban en superficie. Entre ellas, resignar la localía en algún evento deportivo internacional. Luego del ataque terrorista de Hamás el 7 de octubre de 2023, el paisaje es otro, la violencia recrudeció y el panorama es incierto.
“Lo primero que uno piensa es cómo se puede jugar al fútbol en guerra. Emocionalmente no estamos en condiciones de ver ni hablar de fútbol; físicamente, tampoco, ya que suenan las alarmas y hay lugares donde los clubes no pueden entrenar o jugar. Algunos jugadores extranjeros se han ido por temor. Sin embargo, desde la administración decidimos seguir, aunque sería más fácil suspender la liga. Pero esa decisión tendría un impacto económico negativo tanto a corto como a largo plazo. Porque no sabemos cuánto tiempo durará esta nueva situación que vivimos a partir del 7 de octubre”, dice Lev.
Le pregunto cómo fueron las cosas, ni bien se produjo un ataque terrorista que desbloqueó nuevos niveles de crueldad, como por ejemplo, transmitir en vivo el asesinato y las vejaciones de las víctimas en un festival de música por la paz. Dice Lev:
“Las primeras semanas después del 7 de octubre, no se jugó al fútbol. Hubo una ola de solidaridad en la que jugadores e hinchas ayudaron a los refugiados del Sur y del Norte. Cuando volvimos a jugar, la mayoría del público se mostró contenta, aunque algunos partidos fueran sin espectadores. Para ellos, era importante mantener el fútbol como una fuente de normalidad y distracción, incluso si deben verlo por televisión. Israel siempre ha tratado de mantener la vida cotidiana en situaciones adversas. Si la gente sigue yendo al trabajo y los chicos a la escuela, ¿por qué los jugadores profesionales no pueden ir a su “trabajo”? Sin partidos, no hay ingresos de televisión ni taquilla, y los jugadores que pudieran se irían al exterior. Llamamos a los clubes y tomamos la decisión: hay que jugar”.
Mi siguiente consulta apunta a cuestiones logísticas y qué medidas están obligados a tomar para poder hacer organizar la liga: “Tomamos varias medidas excepcionales. Por ejemplo, permitimos intercambiar la localía en los partidos, aunque no esté en el reglamento. Si el estadio del equipo visitante está disponible, se puede jugar ahí, lo que garantiza continuidad. Otra decisión importante fue delegar la seguridad a la autoridad militar,que decide en qué zonas se puede jugar, con cuántos espectadores y bajo qué condiciones. Por ejemplo, en algunas zonas se permiten solo 50 personas y en otras hasta 2 mil personas”.
Lev relata que cada estadio de fútbol cuenta con un refugio debajo de la tribuna con capacidad para albergar entre 250 y 300 personas. Estos refugios se utilizan en caso de que la autoridad militar permita una capacidad máxima de 50 personas en eventos. En estos casos el partido se juega sin público, pero se permite la entrada de jugadores, cuerpo técnico, personal de televisión, quienes suman aproximadamente 300 personas. Si se autoriza una capacidad mayor, por ejemplo 2000 personas, se permite el acceso a alrededor de 1600 espectadores, además de las 300 personas esenciales para el desarrollo del partido.
Aunque el fútbol ya es el deporte más popular en Israel, la liga profesional todavía está en una etapa de construcción de lo que es el fútbol como entretenimiento y cultura. De generar esa unión entre espectáculo deportivo y legado familiar que define al fútbol como el gran elemento pasional y emocional de tantas generaciones. “Intentamos que los partidos se jueguen en horarios diurnos, para que los chicos puedan ir a la cancha. La TV obviamente nos pide jugar de noche, cuando hay más audiencia. Buscamos ese equilibrio, con cualquier otra liga”, dice Lev.
El asunto es diferente cuando se trata del escaso roce internacional que el fútbol de Israel consigue en las competencias de UEFA: “Los clubes, en este caso Maccabi Tel Aviv, pueden seguir compitiendo en la Europa League, aunque no lo pueden hacer como local, o sea, tienen que jugar afuera del país. Nunca juegan de local en su cancha y obviamente están perjudicados en ingresos”.
Cómo es la liga de Israel
La idea de una liga de 14 equipos suena a muy poco para los que miramos el fútbol desde la órbita de Conmebol. En el fútbol europeo existen ligas con diez equipos. Incluso en el fútbol femenino, también en Europa, hay ligas que tienen solamente ocho. Lev cree que la liga de Israel podría ser aún más chica: “Estamos evaluando reducir la liga a 12 clubes. De los 14 actuales, algunos comparten estadio, lo cual complica el calendario. Además, en Israel hay pocos clubes grandes: al reducir la liga, la competición sería más equilibrada y económicamente más sostenible. En una liga más pequeña, los clubes podrían centrarse en mejorar su infraestructura y atraer más fanáticos, especialmente en situaciones de guerra, donde la organización es clave”.
Hacemos la cuenta sencilla con Lev: entran dos ligas de Israel dentro de una liga argentina. Como es imposible evitarlo, le pregunto qué le parece, desde la perspectiva de un presidente de liga, un campeonato de 30 equipos:
"Yo pienso que es una lástima para lo que es el fútbol argentino. Al final, cuantos más clubes haya en la liga argentina, menos chances van a tener los clubes argentinos de llegar a los altos niveles en la Libertadores. Y cuanto menos llegan, menos ingresos para los clubes argentinos y ese ciclo va a empeorar cada vez más. Por ejemplo, si en lugar de 30 hubiera 16, obviamente los mejores jugadores de la Argentina estarían en esos 16 clubes. Entonces los 16 clubes serían más fuertes. Al final de los 15 partidos que va a haber por fecha, hay 10 partidos de la fecha que no le interesan a nadie. Tal vez exagere con los diez partidos, pero seguramente cinco partidos no despiertan interés. Entonces, hay un costo logístico impresionante de generar partidos de primera división que no tienen casi ningún valor televisivo. El análisis para ver el número de equipos debe apuntar a infraestructura de calidad disponible, ingresos para repartir y nivel competitivo de esa liga. Puedo entender las razones políticas para hacerlo. En una organización como una federación, cuantos más clubes haya, si todos tienen un voto, el voto del club chico vale lo mismo que el voto del club grande. La mayoría elige. Y así es FIFA, por ejemplo".
Volvemos al fútbol de Israel y le pregunto cómo manejan los derechos de televisión y los ingresos comerciales. La manera en la que ponderan el valor de esos derechos es interesante, en un mercado doméstico que tiene pocos oferentes y con posibilidad de limitar hasta donde llegan las propuestas económicas:
“Llevamos diez años de venta de derechos de televisión en forma centralizada y los ingresos se reparten equitativamente. También pusimos un piso de ingresos usando la opción de transmisión por streaming; si las ofertas de televisión no alcanzan ese mínimo, la liga anuncia que transmite los partidos en su OTT. Esa es nuestra estrategia: garantizar un mínimo a partir de lo que entendemos ese el piso si nosotros ofreciéramos el campeonato en nuestra OTT Actualmente, generamos cerca de 35 millones de dólares anuales por derechos televisivos, tres veces más que hace una década”.
En cuanto a patrocinios, la liga tiene el nombre de la competición asociado a una marca de apuestas deportivas que aporta unos 2.5 millones de dólares anuales. Otro ingreso es por un acuerdo con una empresa que colecta datos en el estadio y que aporta 2 millones de euros al año.
Este es el detalle de los ingresos principales de Israel Premier League:
Derechos televisivos: 35 millones de dólares anuales.
Patrocinio del nombre de la liga: actualmente reciben alrededor de 2.5 millones de dólares anuales por parte de la empresa de apuestas deportivas Winner.
Patrocinio secundario de una marca de ropa masculina: genera unos 500 mil dólares adicionales al año.
Ingreso por recolección de datos oficiales en el estadio, a través de una asociación con la empresa IMGA: suma 2 millones de euros anuales. Es un acuerdo conjunto hecho también por otras 19 ligas europeas.
La vida sigue, el fútbol también
Nicolas Lev cuenta que en los meses siguientes al ataque de Hamás dejó de asistir a eventos y reuniones de ligas europeas fuera de Israel. Aunque pudiera, sentía que no podía abandonar el país y alejarse de su familia y de la vida cotidiana del fútbol de su liga. El viaje a la Argentina para ver a su padre y poder ir a la cancha de River con su hijo, los tres juntos, lo experimenta como un síntoma de cierta vuelta a la normalidad.
Jugar al fútbol en Israel en medio de esta realidad tiene un significado que va más allá del deporte. Desde lo futbolístico las condiciones hacen que algunos equipos puedan jugar tres fechas seguidas sin ser locales y adaptarse a los contratiempos para poder entrenarse. Según Lev, continuar con la temporada, aunque sea con partidos sin público o en estadios alternativos, envía un mensaje contundente en un contexto de conflicto bélico que no es nuevo, pero que ha recrudecido luego del ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023.
Con los matices propios de cada caso, Lev compara esta situación con la pandemia de COVID-19, pero con la diferencia que la guerra en Israel es un conflicto del país, a diferencia del carácter global de la pandemia. En definitiva, dice, “mantener la actividad futbolística en Israel en medio de la guerra es un acto de resistencia, un símbolo de esperanza y un recordatorio de que la vida, incluso en las circunstancias más difíciles, encuentra la forma de seguir adelante”.
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Si quieren escuchar la conversación que tuvimos, acá se las dejo.
Tips de salida
📅 Más speakers nacionales e internacionales se suman a la agenda de Olé Sports Summit en Buenos Aires: Claudio Tapia, Atlético de Madrid, Nicolás Burdisso, Facundo Conte, Clara D’Onofrio, Michele Uva (UEFA), Cristian Malaspina y un panel de FIFA Legends, entre otros participantes. 12 y 13 de noviembre en la Usina del Arte. Registro para el evento, acá.
🔝 Simone Biles en el top 1 de los 50 Most Marketeable Athletes que anualmente publica SportsPro. Messi mejor ubicado que Cristiano Ronaldo. Y una gran presentación de todo el reporte, accesible desde acá.
📉 El Fondo de Inversión Pública (PIF) de Arabia Saudita motorizó en los últimos dos años las grandes inyecciones de capital que recibieron el deporte global y la industria del entretenimiento. Ahora hay algo de temor en diferentes organizaciones porque el PIF anunció una baja del 30 al 18 por ciento en su cartera de inversiones dedicadas a esa clase de proyectos, para centrarse en desarrollos domésticos orientados a la Inteligencia Artificial.
🎂 Ayer se cumplió un nuevo aniversario del nacimiento de Diego Maradona. Una buena excusa para revisar sus datos y su influencia en los Mundiales, como lo hizo The Analyst (Opta) en este artículo.
Ya seguramente tienen en claro que no recibimos inversiones del PIF de Arabia Saudita 😄 Si quieren apoyar lo que hacemos, más allá de lo simbólico, aquí estan los botones adecuados👇
Datazo
Apenas 5 carreras en Fórmula 1 y ya hay rumores de traspaso a Red Bull. Una revolución mediática y explosión de fanáticos en cada escenario. Franco Colapinto es el nuevo fenómeno del deporte. Tan actual como el adiós a esos tiempos en los que para ver una carrera de Fórmula 1 había que estar en casa. Ya no.
Gracias por leernos. Pueden amplificar este texto si así lo desean.
Hasta la próxima,
mg.